miércoles, 5 de junio de 2013

El antisemitismo de Wagner que atrajo a Hitler, desvelado en nuevos documentos

"A Wagner se le adora o se le detesta, tanto por su música como por él, como persona", sentencia Sven Oliver Müller, autor del libro 'Richard Wagner und die Deutschen. Eine Geschichte von Hass und Hingabe' (Richard Wagner y los alemanes. Una historia de odio y entrega). "Como hombre fue un ser monstruoso", añade el historiador, en alusión a sus infidelidades, a su carácter manipulador y a su reconocido antisemitismo, que el autor del libro califica de "oportunista" en su relación con el Tercer Reich. Pero sobre el polémico binomio Wagner-Hitler no está aún todo dicho. La bisnieta del compositor, Katharina Wagner, acaba de anunciar que entregará al Estado de Baviera varios documentos familiares que servirán para aclarar de forma definitiva ese aspecto de su biografía.

En una entrevista publicada por el diario alemán 'Tagesspiegel' con motivo del 200º aniversario del nacimiento del compositor favorito de Adolf Hitler, la actual directora del festival de Bayreuth asegura que donará "en breve" a los archivos bávaros estos documentos heredados de su padre Wolfgang, "para ofrecer a la investigación la posibilidad de acceder" al pasado de su familia cercana al dictador alemán. Katharina Wagner, de 34 años, explica que cedió estos documentos en 2010 a un historiador y a un periodista y lamenta que no hayan hecho nada con ellos, al menos por el momento, por lo que confía que los archivos públicos muestren más interés por analizar y publicar los datos que en ellos aparecen.

Hasta ahora, el máximo exponente del recalcitrante antisemitismo de Richard Wagner fue el ensayo que él mismo publicó en 1850, bajo el título de 'Das Judenthum in der Musik' (El judaísmo en la música), del que no sólo no se retractó sino que incluso escribió una segunda versión, más dura, en 1869. Sus tesis fueron celebradas por el Führer, que convirtió su música en dogma operístico del Tercer Reich y proscribió a Mendelssohn, de origen judío y tachado de "débil" por Wagner.
Hitler, es un hecho probado, fue un ferviente admirador de su música, un habitual de Bayreuth, y un amigo cercano de la familia del hijo de Wagner, Siegfried, y de sus nietos Wolfgang y Wieland, que le llamaban afectuosamente 'Tío Wolf'.

"Lo relevante de Wagner no es lo que hizo en vida, sino cómo influyó y sigue influyendo en Alemania y los alemanes, que cada par de décadas cambian su perspectiva sobre él y su música, readaptan su interpretación del genio", apunta el historiador Müller, que duda que los citados documentos puedan rescribir esa faceta de la biografía del compositor.

Vía| El Mundo

sábado, 1 de junio de 2013

Las fotos inéditas del búnker en el que murió Hitler

El diario Bild publica en su edición del viernes fotos inéditas de los restos del búnker de Adolf Hitler en Berlín, captadas por un fotógrafo aficionado de la extinta República Democrática Alemana (RDA) en 1987.


Las imágenes, calificadas de documento histórico por ese rotativo, muestran las ruinas del búnker berlinés, tras décadas del suicidio del Führer -el 30 de abril de 1945- y fueron tomadas por un aprendiz de conductor de autobuses, Robert Conrad. De acuerdo con su relato, este fotógrafo, que ahora tiene 50 años, se infiltró en las ruinas disfrazado de operario de la construcción y captó así esas imágenes secretas.

Los restos del búnker berlinés quedaron en el sector este de la capital, territorio de la Alemania comunista, cerca de la frontera con el lado occidental. Conrad entró en el lugar aprovechando unas obras de construcción contiguas y captó las imágenes con una pequeña cámara fotográfica con objetivo de 35 milímetros.

"Era la última y única oportunidad de documentar ese lugar", dijo Conrad al diario Bild, ya que inmediatamente después iban a empezar las obras de construcción de viviendas y quedarían sepultados esos accesos. Según explica, volvió al lugar en unas treinta ocasiones, pese al peligro a ser descubierto.

El fotógrafo aficionado afirma, asimismo, estar seguro de haber descubierto también el lugar donde Magda Goebbels, la esposa del ministro de la propaganda, Joseph Goebbels, envenenó a sus seis hijos. Conrad asegura no ser un "fan" del régimen nazi y haber tomado las fotografías por "fascinación" hacia esos lugares históricos.

El entonces aprendiz de conductor ejerce actualmente como fotógrafo especializado en arquitectura en todo el país.

Lo que quedó del búnker en el que Hitler se suicidó junto a Eva Braun pasó al patrimonio arquitectónico nacional para protegerlo de las excavadoras en 1992, tres años después de la caída del Muro y dos de la reunificación alemana. En el recinto llegaron a vivir 700 personas, entre altos dirigentes, funcionarios y oficiales de las SS y se encuentra a poca distancia del Reichstag, sede del Parlamento, y la emblemática la Puerta de Brandeburgo.