jueves, 31 de marzo de 2011

Austria renovará el centro conmemorativo del campo nazi de Mauthausen

El centro conmemorativo austríaco de Mauthausen, antiguo campo de concentración nazi donde fueron asesinadas casi 120.000 personas, entre ellas más de 7.000 republicanos españoles, será revitalizado e incluirá varias exposiciones permanentes.

La ministra austríaca del Interior, Maria Fekter, calificó hoy el plan de saneamiento como un desafío necesario para lograr "una readaptación moderna" de Mauthausen.

"Con ello damos una muestra de que la República asume la responsabilidad nacional e internacional de recordar a las víctimas del régimen nacionalsocialista. Una señal también contra la intolerancia, el racismo y el antisemitismo", afirmó Fekter.

La licitación para la primera fase del proyecto, que además de un saneamiento de uno de los edificios incluye una nueva exposición permanente y otra sobre los asesinatos en masa cometidos por los nazis en Mauthausen, la ganó el grupo de arquitectura "argeMarie".

También se instalará un "Espacio de los nombres" en memoria de todas las víctimas del campo de concentración y exterminio.

Los trabajos deberán estar concluidos en 2013 y costarán 1,7 millones de euros.

Fekter recordó que Mauthausen es el lugar más evidente en Austria sobre la memoria histórica de los crímenes nazis, y subrayó su importancia internacional dado el alto número de otros nacionales recluidos allí durante la Segunda Guerra Mundial.

Mauthausen, a unos 160 kilómetros al oeste de Viena, fue entre 1940 y 1945 un campo de concentración de la categoría III, lo que significaba que los prisioneros enviados allí no debían salir con vida.

Se calcula el centro conmemorativo recibe unas 200.000 visitas anuales.

martes, 29 de marzo de 2011

El E1, un submarino malagueño para la Segunda Guerra Mundial

Málaga tuvo gran parte de culpa en la construcción del primer gran submarino moderno que posteriormente surcó los mares durante la Segunda Guerra Mundial. El empresario vasco Horacio Echevarrieta, creador del primer prototipo, escogió los jardines de la Finca La Concepción para convencer al entonces rey de España, Alfonso XIII, de sacar adelante el proyecto guiado por los ingenieros alemanes.

La historia de este hombre de negocios se ha dado a conocer esta tarde con la emisión del documental 'El último magnate' en el marco del Festival de Málaga-Cine Español. La cinta cuenta cómo los alemanes contactaron con Echevarrieta en la década de 1920 para que elaborara el prototipo, ya que ellos no podían hacerlo según establecía el Tratado de Versalles firmado tras el fin de la 1ª Guerra Mundial.

El director del proyecto, José Antonio Hergueta, ha explicado que se propuso hacer este trabajo al comprobar que una de las personas más influyentes de la historia de España ha caído en el olvido. El protagonista, empresario de minas, creador de la Gran Vía y de Iberia y dueño de los Astilleros de Cádiz, apenas es recordado por ser un republicano que se llevaba muy bien con el rey. “Era muy independiente y no cayó bien a ninguno de los dos sectores”, sostiene el director.

Hergueta considera que el público va a valorar especialmente la unión de toda la historia con la ciudad porque "siempre se ha conocido la Finca La Concepción por los Heredia, pero nadie sabía la importancia que tuvo después, cuando la compró el padre de Hergueta". De hecho explica que cuando comenzaron a investigar en los archivos familiares encontraron todo tipo de documentos y de fotos del submarino terminado en el puerto de Málaga y de espias e ingenieros alemanes en los jardines de la finca e incluso en El Torcal de Antequera.

El director del documental cuenta que la investigación comenzó hace cinco años, después de presentar en Málaga 'Operación Úrsula', donde descubrió que el primer submarino no había sido el C3 sino el E1 y que había sido elaborado en Cádiz. “La investigación ha sido muy complicada porque al principio nadie sabía nada del personaje. Sus dos hijos tienen más de cien años y el resto de familiares no querían hablar porque piensan que la historia no les ha puesto en el lugar que merecen”, recuerda.

El documental cuenta con la música del malagueño Antonio Meliveo y se podrá ver en diferentes festivales. Su productor espera estrenarlo en la gran pantalla y, posteriormente, en televisión. “Esperemos que tenga un recorrido muy largo, la historia lo merece”, reseñan.

lunes, 28 de marzo de 2011

Descubren en Filipinas fosa común de Segunda Guerra Mundial

Trabajadores de un poblado filipino encontraron una fosa común con 14 esqueletos del período de la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, informó hoy la Policía.

Según esa entidad, los empleados de una piscina en la localidad de Nasugbu, a unas tres horas en automóvil de esta capital, descubrieron la tumba por causalidad el viernes último, tras lo cual la zona fue acordonada.

Los datos iniciales de la investigación revelaron que se trata de una antigua guarnición japonesa de la Segunda Guerra Mundial y los 14 cuerpos correspondían a prisioneros, explica un comunicado emitido por la referida institución.

Un equipo forense examina los restos para detrminar la nacionalidad de las víctimas, aunque se cree que todos eran filipinos.

Filipinas permaneció bajo control de Japón desde 1942 hasta 1945, en una etapa considerada por estudiosos locales como una de las más oscuras en la historia de esta nación asiática.

De acuerdo con cifras manejadas por los historiadores, miles de filipinos murieron en esa época, muchos de ellos a causa de la desnutrición en prisiones administradas por militares nipones.

Benedicto XVI recuerda a las víctimas del nazismo


El Papa invocó hoy la paz para el mundo entero durante el homenaje que rindió a las víctimas de las Fosas Ardeatinas, un cava ubicada a las afueras de Roma donde el ejército nazi ajustició a 335 personas el 24 de marzo de 1944.

Benedicto XVI calificó a la violencia deliberada del hombre sobre el hombre como una 'grave ofensa a Dios' y como el efecto 'más execrable de la guerra', mientras -apuntó- Dios es vida, paz y comunión.

'En este lugar, doloroso memorial del horrendo mal, la respuesta más verdadera es aquella de tomarse de la mano, como hermanos, y decir: Padre nuestro, con la fuerza de tu amor queremos caminar juntos, en paz, en Roma, Italia, Europa y el mundo entero', dijo.

Poco después de las 10:00 horas loca, el pontífice se traslado en 'visita privada' al Sagrario de las Fosas Ardeatinas, nombre del monumento construido en el lugar, para recordar el 67 aniversario de la matanza.

Fue recibido por los cardenales Agostino Vallini, vicario general para la diócesis de Roma y Andrea Cordero Lanza de Montezemolo, hijo del coronel Giuseppe (asesinado en las Fosas) así como por Riccardo Di Segni, rabino en jefe de la Comunidad Judía de la capital italiana.

Tras depositar un cesto de flores ante la lápida que recuerda los asesinatos el pontífice atravesó las grutas e ingresó en el sagrario, donde se arrodilló ante las tumbas y junto con el rabino Di Segni recitó una oración por los difuntos.

A su salida el líder católico firmó el libro de visitas y dirigió unas palabras a los familiares de las víctimas presentes ante quienes recordó que todo hombre está llamado a realizar la propia dignidad siendo testigo de la verdad que reconoce en su propia conciencia.

'Como mis predecesores he venido a rezar y a renovar la memoria. He venido a invocar la divina misericordia que sola puede colmar los vacíos, las vorágines abiertas de los hombre cuando, empujados por la violencia ciega, reniegan la propia dignidad de hijos de Dios', apuntó.

Benedicto XVI recordó que en las Fosas Ardeatinas fue encontrado un pedazo de papel con una oración que pedía a Dios proteger a los judíos de las 'persecuciones' y ofrecía un Padre Nuestro, 10 Ave María y un Gloria.

viernes, 25 de marzo de 2011

» Posible bomba de Segunda Guerra Mundial mata a 2 niños polacos

Dos niños polacos murieron después de que una bomba, aparentemente de la Segunda Guerra Mundial, explotó en un campo donde estaban jugando.

La policía informó que el niño de 10 años murió inmediatamente después de la explosión el martes y su hermana de 9 años murió debido a las heridas en el hospital el jueves. Los niños vivían en Konskowola, en el este del país.

Los expertos están intentando descifrar la edad del artefacto explosivo.

- Caminando con el destino. Winston Churchill y España: 1874 - 1965 en Madrid

Desde el viernes 26 de marzo y hasta el 5 de junio se presenta en la Sala de Exposiciones El Aguila de Madrid una muestra sobre Winston Churchill. La exposición “Caminando con el destino. Winston Churchill y España: 1874-1965” acerca al público general la extraordinaria figura histórica y política de Winston Churchill. Se examina aquí el mundo en el que nació y que él contribuiría a modelar. Más allá de los bien conocidos años de guerra, la muestra presenta una introducción global a una figura extraordinariamente rica y compleja.

Lo más novedoso e interesante de esta exposición para el público español es que gracias a ella se podrá examinar la relativamente poco conocida pero fascinante relación de afecto e interés que vinculó a Churchill con España y con los españoles desde que obtuvo sus primeros laureles militares junto a los soldados españoles en la Cuba de 1895 hasta el final de sus días.

El recorrido de la muestra se presenta en cuatro secciones diferenciadas, en la primera se refleja su infancia, Cuba y juventud, en la segunda se adentra en la II Guerra Mundial y la Guerra Civil; la época de Postguerra, el estado de bienestar y la política exterior se trata en la tercera sección para finalizar con su etapa como Premio Nobel en la que también se refleja su vida familiar y su aspecto humano junto a su retiro y memoria.

Acompañando a la muestra, se publicará un catálogo en el que se incluyen textos de prestigiosos especialistas en el tema como Manuel Álvarez Tardío, Roberto Villa García, Sir Martin Gilbert, Emilio Sáenz-Francés San Baldomero, Carlos Abella Martín, Allen Packwood y de David Sarias, responsable de la muestra.

jueves, 24 de marzo de 2011

¿Quién fue el niño del gueto?


La imagen del niño del gueto de Varsovia, apuntado con un fusil, las manos en alto y la cara aterrorizada, retrata no sólo un momento ordinario del Holocausto; retrata la extraordinaria crueldad nazi aunque no se vea ni una gota de sangre. La imagen vale más que mil palabras; vale años de investigación sobre la maquinaria asesina del Tercer Reich y sobre la angustia de los protagonistas de la foto-símbolo.

En otras palabras, ¿qué ha sido de ese niño? ¿Sobrevivió? ¿Qué pasa con las dos presas judías en primer plano y los tres soldados alemanes a su alrededor?

Preguntas que se hizo Dan Porat, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén y especialista en la Shoa. La imagen del niño se convirtió en su obsesión. En una visita en el 2004 al Yad Vashem de Jerusalén, donde se honra y homenajea a las víctimas del Holocausto, Porat escuchó a un guía explicar que "el niño sobrevivió, estudió Medicina, se convirtió en doctor en Nueva York; hace un año emigró a Israel".

El profesor escuchó sobrecogido. Deseaba creer ese relato para dar un nombre y apellidos a la estampa. Una historia a la cara del niño. Una biografia a la que apoyarse. Quizá, también, como lección de superviviencia al horror. Pero necesitaba algo más que palabras para calmar su curiosidad académica y personal. Conectado a los asustados ojos del niño encerrado en el infierno de 1943, Porat decidió investigar hasta el último rincón de la foto. El resultado es su obra 'El niño: una historia del Holocausto' (en otoño, La Esfera de los Libros lo publicará en España), donde sigue e intenta recomponer las piezas del demoledor puzzle visual.

"Muchos supervivientes han dicho que son o creen ser el niño de la foto", comenta Porat que confiesa con tristeza que no ha podido dar con su auténtica identidad. Tampoco confirmar si sobrevivió o, por el contrario, fue asesinado como el millón y medio de niños judíos en los campos de exterminio nazis.

En su trabajo, el profesor pone en duda la teoria más extendida, según la cual el niño es el doctor Tsvi Nussbaum, que hace 31 años afirmó que creía ser el protagonista de la foto. Según él, la imagen se tomó en Varsovia en julio de 1943. Sus padres habían sido asesinados antes en la localidad polaca de Sandomierz, a 125 kilómetros. Porat cree que Nussbaum se confunde. En primer lugar, sostiene el profesor, Nusbaum no estuvo en el gueto en el momento de la sublevación y posterior represión. El crío estaba refugiado con sus tíos en Varsovia pero fuera del gueto. Décadas después, Nusbaum recordó un momento de su infancia en el que fue apuntado por un militar nazi como ocurre en la fotografía. Escenas así se produjeron miles de veces sin que nunca llegaran al objetivo de una cámara.

Porat indica en su libro que si la versión Nussmbaum fuera cierta y la foto hubiera sido tomada en verano, no se entiende por qué las personas fotografiadas iban vestidas con ropa de invierno. Y otra pregunta: ¿Cómo pudo ser en julio si la imagen fue entregada el 2 de junio en un informe especial al jefe de los SS, Heinrich Himmler?

Más fácil parece reconocer la identidad del militar nazi que apunta al niño con su arma. Se trata de Josef Blosche, apodado en el gueto judío como 'Frankenstein' por su extraña y cruel afición (no tan extraña en esos años) de disparar a niños y mujeres judías embarazadas.

La imagen fue tomada, seguramente, por Franz Konrad, un oficial nazi nacido en Austria y apodado 'el Rey del Gueto', con todo el significado negativo que uno puede imaginar. Como muchas de sus fotos, quedó registrada en el llamado 'Informe Stroop' en honor a su autor, el oficial Juergen Stroop. Encargado de aplastar el gueto en la primavera del 43, Stroop ordenó incendiarlo después. Hecho el trabajo, el oficial escribió unas palabras famosas e infames: "El barrio judío de Varsovia ya no existe".

En la búsqueda del niño judío, Porat se encontró con las tres figuras del lado oscuro: El fotógrafo, el oficial y el soldado. Los tres fueron llevados posteriormente a un tribunal y ejecutados por sus crímenes.

Unos crímenes documentados en millones de papeles, datos, diarios, cartas, testimonios, libros, vestimentas, restos de zapatos, películas y fotos. Aunque pocos objetos tienen la fuerza que irradia la impotencia del niño del gueto de Varsovia. Una imagen vale seis millones de víctimas.

Médicos alemanes abordan el papel de la medicina bajo el nazismo

El Colegio Alemán de Médicos presentó hoy un informe en el que se aborda el papel que jugó la medicina durante la época del nacionalsocialismo que, según el historiador Robert Jütte, sigue siendo minimizado por muchos.

"Hubo médicos que en tiempos de los nazis participaron activamente en el asesinato de personas enfermas", dijo el presidente del Colegio de Médicos, Jörg-Dietrich Hoppe, durante la presentación del informe, efectuado por un equipo dirigido por Jütte.

El papel de los médicos bajo el nazismo, según Hoppe, no ha sido suficientemente investigado y, pese a una cantidad de estudios prácticamente inabarcable, sigue habiendo muchos vacíos en el tema.

Así, por ejemplo, se ha investigado muy poco sobre el destino de los enfermos de tuberculosis y de los ancianos en los hospitales y absolutamente nada sobre lo ocurrido con los 18 hospitales judíos que existían en la Alemania.

Jütte, director del Instituto de Historia de la Medicina de la Fundación Robert Bosch, señaló que todavía sigue habiendo mucho por investigar.

El informe presentado hoy tiene como principal objetivo reunir y ordenar las investigaciones que ya se han realizado para que los historiadores de la medicina puedan detectar los campos que merecen nuevos estudios.

Jütte sostuvo que inmediatamente después de la II Guerra Mundial los médicos y los historiadores de la medicina fueron reacios a ocuparse del tema y eso no cambió significativamente hasta la década de los años 60.

A partir de los 60, en cambio, hubo un boom de investigación sobre la medicina durante el nazismo que hace que "inclusive los expertos en la materia tengan dificultades para determinar el lugar que ocupan sus propios estudios dentro de las investigaciones existentes".

Jütte considera que, en general, ha habido muchas investigaciones importantes sobre aspectos parciales del tema, pero que todavía hace falta un panorama que de cuenta del papel que desempeñó la medicina durante la época nazi.

El informe en buena parte es considerado como un punto de partida para que pueda realizarse esa presentación general, que ya se ha realizado en otras áreas.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Una treintena de aragoneses cobra ya las ayudas por el horror nazi

Más de 30 descendientes directos de aragoneses que sufrieron el exterminio nazi en los campos de concentración de Centroeuropa han obtenido las ayudas económicas que ofrece el Gobierno de Francia para reparar los daños morales que sufrieron durante la II Guerra Mundial. Desde que hace un año se publicó en este diario la posibilidad de que los huérfanos de víctimas de los campos nazis que hubieran sido deportados desde suelo francés tenían derecho a una indemnización, al menos 34 la han obtenido tras una serie de trámites.

La cantidad que ofrece el Estado galo es de 27.000 euros, o una pensión vitalicia de aproximadamente 500 euros, en virtud de una estricta ley de Memoria Histórica que existe en Francia desde hace 10 años. En estos momentos, el Estado español no ofrece ninguna reparación económica en este sentido

Los aragoneses fueron el tercer grupo más numeroso de víctimas españolas en campos de concentración. Según un censo publicado en un estudio de la Pompeu Fabra, los aragoneses representaban el 12% del total de víctimas españolas a manos de los nazis, por detrás de catalanes y andaluces. En total, 1.011 aragoneses, de los que fallecieron 634. De ellos, 261 eran de Huesca, 201 de Zaragoza y 172 de Teruel.

Estas 34 personas han podido obtener las ayudas gracias a la desinteresada colaboración de Pilar Pardo, una ciudadana de Sevilla que lleva desde hace seis años difundiendo el decreto del país vecino por el cual los descendientes de las personas que sufrieron el horror genocida pueden acogerse a esta ayuda. De forma incansable y altruista, ha conseguido que sean muchos los hijos de víctimas que han podido conseguir esta ayuda, en Aragón, Extremadura, Andalucía o Cataluña.

POR OTRAS VÍAS Pilar ha logrado que estas 34 personas hayan pasado los largos trámites necesarios para acreditar el vínculo. Pero intuye que pueden ser más los ciudadanos que han accedido a los cobros y haberlo hecho a través de otras vías. Su anhelo es superar ese 5% de beneficiarios y que sean muchos más los que puedan conocer esta ley francesa que les reconoce y dignifica. Pero la lucha es contra el reloj, ya que la distancia en el tiempo hace que cada vez sean menos los hijos de víctimas vivos y en muchos casos su pista se ha perdido.

En cualquier caso, Pardo ha logrado el apoyo de algunos ayuntamientos, que buscan a esas personas. En muchas ocasiones, Pilar ha encontrado a familiares que no sabían nada del recorrido de la víctima en los campos, y que se han enterado por ella de la suerte fatal de sus ascendientes.

Para conocer qué ciudadanos españoles murieron en los campos, existe un censo del Ministerio de Cultura español (www.mcu.es). Y Pardo también puede informar a los interesados: pilar.pardo.v@hotmail.es.

Piden 6 años de cárcel para Demjanjuk por participar en el Holocausto

La Justicia alemana ha pedido seis años de cárcel para John Demjanjuk, acusado de ayudar a matar a 27.900 judíos durante el Holocausto, lo que podría ser el último juicio por crímenes durante la Segunda Guerra Mundial del país.

El fiscal del Estado, Hans Joachim Lutz, explicó al tribunal tras un juicio de 16 meses que Demjanjuk, de 90 años, formó parte de "la maquinaría nazi" y fue cómplice en el asesinato de judíos.

"Cualquiera tan culpable como éste debe ser castigado, incluso a tan avanzada edad y 60 años después del crimen", indicó Lutz en su alegato final.

Demjanjuk ha negado su implicación en el Holocausto. Asegura que fue reclutado por el Ejército soviético en 1941, se convirtió en prisionero de guerra de Alemania y sirvió en un campo de prisioneros del país.

Los fiscales le acusan de haber ayudado en el asesinato de judíos en el campo de concentración de Sobibor, donde llegaron a morir 250.000 hebreos. Demjanjuk asegura que nunca trabajó allí.

Su familia dice que está muy frágil para acudir al juicio, el cual comenzó en noviembre de 2009 con el acusado en silla de ruedas, pero que en las últimas sesiones ha acudido en camilla.

Demjanjuk nació en Ucrania y luchó en el Ejército Rojo hasta que los nazis le capturaron y le reclutaron como guardia de campo. Emigró a Estados Unidos en 1951 y consiguió la nacionalidad en 1958.

Lutz aseguró que otros prisioneros que se convirtieron en guardias de campos consiguieron escapar. "El acusado podría haber intentado escapar", indicó el fiscal. Demjanjuk formó parte voluntariamente y sin convicción en la aniquilación de judíos, según Lutz.

Demjanjuk fue condenado en Israel en 1988 después de que varios supervivientes del Holocausto le reconocieran como el guardia apodado "Iván el Terrible" en el campamento de Treblinka, donde murieron 870.000 personas.

El Tribunal Supremo de Israel le quitó la condena cuando nuevas pruebas demostraron que otro hombre era el guardia de Treblinka.

lunes, 21 de marzo de 2011

Libia, la primera ‘distracción’ de Hitler

El 3 de febrero de 1941, Hitler supervisó la futura operación Barbarroja de invasión de Rusia, y la improvisada operación Girasol (Sonnenblume) para auxiliar a los italianos en Libia.

El general Erwin Rommel llegó a Trípoli el 12 de febrero, con unidades de la 5 División Ligera (motorizada). Los británicos habían detenido su avance en El Agheila el 8 de febrero. Allí los sorprendió Rommel, tomando la posición por sorpresa el 24 de febrero.

Rommel improvisó el ataque tras darse cuenta de que los ingleses habían retirado sus mejores tropas. Desobedecía así las órdenes del alto mando de que esperara la llegada de una división acorazada antes de atacar. Pero esa fue también su suerte, ya que los británicos descifraban las órdenes codificadas por los alemanes (Enigma) y por eso estaban seguros de que Rommel no atacaría.

Errores garrafales

La retirada de las mejores tropas inglesas para enviarlas a Grecia, que desde octubre de 1940 estaba en guerra con Italia, es considerado como uno de los mayores errores militares de Churchill. De no haber detenido su avance, todo apunta a que los ingleses habrían llegado a Trípoli, poniendo fin a la presencia italiana en África.

De todos modos, si la expulsión de las tropas del Eje de África se demoró hasta 1943 y los alemanes no atacaron Grecia cuando lo previó el primer ministro inglés, al final sí que hubo una operación de conquista de Grecia y Yugoslavia (Marita, a partir del 6 de abril de 1941), que retrasó en un mes la invasión de Rusia. Y al final, ese retraso supuso el fracaso definitivo de Hitler a las puertas de Moscú.

Lo que pocos cuentan es que El Sadat, futuro presidente egipcio y premio Nobel de la Paz en 1978, fue miembro de uno de los círculos de espías alemanes en El Cairo.

Barbarroja

Para España, la implicación de Hitler en África suponía que ya no tendría lugar la conquista de Gibraltar, por la que el dictador alemán nunca había llegado a interesarse.

La desgana de Hitler para atacar al Imperio británico se debía a que su principal objetivo bélico era la URSS, y siempre confió en conseguir la neutralidad británica. La operación Barbarroja ocupó la mente del dictador nada más firmar el armisticio con Francia (22 de junio de 1940), y la orden de llevarla a cabo la firmó el 31 de julio siguiente. La principal conclusión es que la batalla de Inglaterra, a pesar del carácter épico que se le ha querido adjudicar, sólo fue un gesto para la galería.

El discurso del rey

La recién oscarizada película El discurso del rey nos recuerda la primera decepción de Hitler: que los británicos le declararan la guerra. La valentía de no negociar con semejante individuo, y que al final Inglaterra quedara como único país occidental enfrentado a los alemanes, no significa que su heroísmo carezca de matices.

El primero es que los ingleses no se jugaban tanto como el resto de países, ya que Hitler no podía conquistarles. Las únicas posesiones británicas ocupadas por los alemanes fueron las diminutas Islas del Canal, junto a la costa francesa. Enviaron, sí, dos divisiones contra Egipto, pero esa fuerza no resiste la comparación con las 121 lanzadas en junio de 1941 contra la URSS.

Para hacer frente a Hitler, Churchill tuvo que aceptar el apoyo condicionado de Estados Unidos. Y la democracia antiimperialista que propugnaba Roosevelt llevó, al final, a la desaparición del Imperio británico.

Tves retrata apoyo de comerciantes venezolanos a los nazis durante II Guerra Mundial

La Televisora Venezolana Social (Tves) presentará el segundo episodio de la serie “Crónicas extraordinarias”, con un documental sobre la existencia y apoyo a militantes nazis en Venezuela durante los años de la Segunda Guerra Mundial.

El episodio será transmitido este lunes, a la 7:30 de la noche por el citado canal, como parte de un espacio “que combina la ficción con la técnica documental”, bajo la producción nacional independiente de La Célula Cooperativa Audiovisual.

La reseña que anuncia el programa adelanta que “en la década de los 40 residían en Venezuela 292 miembros del Partido Nazi, quienes formaban parte de la policía secreta alemana. La serie aporta archivos que demuestran que Hitler estaba al tanto del petróleo existente en el país, así como registros de derechos e inversiones alemanas durante el gobierno de Juan Vicente Gómez. Crónicas Extraordinarias ofrece al respecto, una lista de los comerciantes de Puerto Cabello (Carabobo) que hacían aportes económicos a la cuenta del Partido Nazi”.

En el tercer episodio de la serie se retratará la vida y obra del investigador Ibrahim López García, un hombre que hizo grandes aportes en temas como el vapor, carbón, petróleo y la energía nuclear.

Barajan la hipótesis de que los nazis eligieran Cofete (Fuerteventura) como lugar de retiro tras la II Guerra Mundial

El pueblo de Cofete, situado en el municipio de Pájara (Fuerteventura), podría haber sido elegido por los militares alemanes como un posible lugar de retiro o aislamiento en el caso de que hubiera sido necesario durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial o tras concluir la misma.

Al menos así se ha barajado en la XII Feria del Libro de Fuerteventura, donde Lucía Etxeberría, Ricardo Borges y Miguel Ángel Sosa reflexionaron sobre las grandes claves que determinan la importancia y el carácter diferenciador de Cofete, más allá de leyendas e historias.

Así, Ricardo Borges admitió que la presencia de submarinos nazis está perfectamente documentada en Canarias, habida cuenta de que hay registros de cada movimiento de ellos. De hecho, hubo cuatro U-Boat alemanes en las islas pero, según el autor, ninguno de ellos estuvo en Cofete, toda vez que no hubieran podido operar por las condiciones de la zona.

Miguel Ángel Sosa, sin embargo, puso sobre la mesa la relación que tiene con la isla Gustav Winter, un espía nazi protegido por el franquismo. En 1937, dos años antes de que comenzase la Segunda Guerra Mundial, Winter utilizó a presos franquistas para construir el camino hacia una villa --en la que no llegó a vivir-- que podría haber sido un lugar de retiro ideal para los militares alemanes.

Lucía Etxeberría coincidió con esta idea aunque desde un punto más literario porque "no hay datos para demostrarlo históricamente". Ahora bien, no dudó de que el aislamiento de este emplazamiento podría tener muchas utilidades llegado el momento para los nazis.

De hecho, la autora consideró que lo realmente importante y lo que mantiene vivo el atractivo de Cofete es que no se haya urbanizado porque su paisaje es "único", así como "su silencio". En este mismo sentido se expresó Borges, quien opinó que el verdadero misterio de Cofete "está en el aislamiento, en la belleza, en el viento y en la propia naturaleza del majorero y en todo lo que significó Winter". "Pocas personas han tenido tanta influencia sobre un territorio tan grande", resaltó.

jueves, 17 de marzo de 2011

El tesoro de los Nazis está en el basurero de Hitler

Si de viajar se trata, hay destinos para todo tipo de gustos. Románticos, ecológicos, culturales, entre otros. También existen las zonas ideales para que los cazadores de tesoros den rienda suelta a su diversión.

La Segunda Guerra Mundial trajo consigo una desestabilización económica mundial. Durante este conflicto bélico, el régimen dirigido por Hitler se adjudicó diversos objetos valiosos, desde obras de arte, reliquias, hasta tesoros. Muchos de ellos quedaron desaparecidos; otros, fueron rescatados y hoy son exhibidos en grandes museos.

Por lo que respecta a los tesoros, las leyendas comenzaron a crecer, asegurando que las reliquias de los Nazis se encontraban escondidas en las profundidades de un lago conocido como Toplitz.

La revista 'Quo' en su versión española muestra parte de esta leyenda y los paisajes donde se desarrolla.

Lo llaman 'El basurero de Hitler' y se encuentra en los Alpes austríacos. No es muy profundo, sólo cuenta con 110 metros, pero sus aguas heladas y oscuras, y su fondo cenagoso, lo hacen casi impenetrable. Las leyendas aseguran que los Nazis eligieron este lugar para depositar, en el fondo, el oro que habían atesorado.

Cuenta dicha historia que mientras las tropas aliadas se acercaban y Alemania estaba al borde del colapso, los Nazis trasladaron las cajas hasta el borde del lago con la ayuda de vehículos militares y con carretas tiradas por caballos, para después hundir las cajas en el lago.

Nadie sabe con exactitud qué había adentro. Algunos creen que en su interior se encuentra el oro que saquearon las tropas alemanas en Europa y llevaron a Alemania.

Otros, aseguran que contienen documentos que muestran que los activos confiscados a las víctimas judías están escondidos en cuentas de bancos suizos.

Tales rumores han atraído a muchos cazadores de tesoros. Sin embargo, en 1963 un aventurero llamado Adolf Egner murió ahogado en sus aguas por lo que las autoridades prohibieron bucear en ellas.

En el año 2002 se autorizó dragar el fondo del lago y se extrajeron toneladas de lodo y ningún tesoro.

A lo largo de los años, muchos sucesos macabros se han registrado en este lago. De acuerdo con el periódico El Clarín, en 1945 aparecieron cuatro cadáveres de agentes de la SS.

El 6 de Febrero de 1946 los agentes Pichler y Mayer sufrieron un misterioso accidente que acabó con su vida.

El 10 de Agosto de 1950 apareció el cadáver de un hombre llamado GertGarrens, y se suscitaron las primeras hipótesis de asesinato, con los tesoros nazis como presunto móvil.

En 1952 aparecieron de nuevo dos cadáveres sin identificar. El 6 de Agosto de 1953, murió en las aguas de lago bajo extrañas circunstancias, Josef Edwin Meyer.

En 1963, fallece tras una inmersión en el lago, Adolf Egner, de quien se piensa tenía alguna información privilegiada sobre los tesoros allí escondidos.

En el 2010, la compañía estatal que controla este lago, la Bundesforste AG, firmó un contrato con Norman Scott, un cazador de tesoros norteamericano, que espera resolver el misterio.

A pesar de que hay un profundo escepticismo sobre los resultados que arrojen las investigaciones, Irwin Klissenbauer, director de la Bundesforste AG, declaró: "Ignoro realmente si hay algo allí abajo, pero queremos resolver este misterio de una vez por todas".

Klissenbauer indicó que, según el acuerdo que permite al equipo norteamericano bucear en el lugar, cualquier tesoro que se encuentre será dividido entre los norteamericanos y el Estado austríaco.

Y agregó: "No cabe duda de que si recuperan algo que tenga un dueño que se pueda identificar, debemos devolverlo, por lo que marca la ley de Austria".

A pesar de los sucesos extraños que rodean a esta zona, este lago es un lugar ideal para los aventureros que buscan algo más que unas simples vacaciones.

‘Cristianos contra Hitler’, de José García Pelegrín

José María García Pelegrín, español que ha residido casi toda su vida en Alemania y experto en las relaciones entre catolicismo y nazismo, acaba de publicar el libro Católicos contra Hitler en donde muestra la lucha y la entrega de seis personajes que por sus principios cristianos no claudicaron ante el nazismo y sus tropelías.
La obra se centra en las figuras del cardenal von Galen, apodado ‘el león de Münster’ que denunció los atropellos cometidos por los seguidores de Hitler; Kart Leisner, seminarista que fue recluido en el campo de concentración de Dachau; Franz Jägerstätter, campesino condenado a muerte por negarse a cumplir el servicio militar por razones religiosas; Helmuth James von Moltke, en cuya finca de Kreisau se reunieron personas de muy diversa filiación política para sentar las bases de la futura Alemania; y Wilm Hosenfeld, un oficial del ejército alemán que en la Polonia ocupada actuó siguiendo el lema de ‘Intento salvar a todos’. El sexto personaje es una enfermera, aunque en realidad no era alemana, sino polaca. Se trata de Irena Sendler, que salvó a más de 2.000 niños del ghetto de Varsovia.

Una vez más se ve que en la oposición a Hitler destacaron cristianos comprometidos que tenían la convicción de que el nacionalsocialismo era incompatible con la vivencia del Evangelio.

Hace sólo dos años una película, Sophie Scholl, popularizaba a otros cristianos que se opusieron también a la barbarie nazi. Sobre este tema publicó también García Pelegrín el libro La Rosa Blanca. Los estudiantes que se alzaron contra Hitler.
De otro lado, con mayor proyección mundial la película Valkiria, protagonizada por Tom Cruise desveló a muchos que abundaron los alemanes que no eran nazis y bastantes de ellos dieron su vida para luchar contra el dictador. Quien colocó la bomba contra Hitler en la “Guarida del Lobo”, el conde Claus von Stauffenberg, era también católico. Y se ha conocido que una gran parte de los militares que protagonizaron el intento de eliminación del dictador eran personas cristianas, tanto católicas como protestantes, que no sólo tomaban la decisión de realizar el magnicidio por motivos políticos sino ante todo éticos, para poner fin a una guerra perdida cuya continuidad significaba la muerte de millones de personas.

Algunos detalles de los protagonistas del libro: Wilm Hosenfeld fue el oficial alemán que ayudó al pianista judío Wladyslaw Szpilman, lo que aparece en la película El Pianista de Roman Polanski. El cardenal Clement August von Galen difundió con todas sus fuerzas la encíclica Mit brennender Sorge, de marzo de 1937, en que el Papa Pío XI condenaba el nazismo. Asimismo, elevó protestas contra la eliminación de los enfermos mentales practicada por los nazis; Jägerstätter se planteó un problema de conciencia cuando fue llamado a filas porque no quería matar ni robar a personas de otros países que defendían su patria ni ayudar a la victoria de un poder antirreligioso; Karl Leisner sería ordenado sacerdote clandestinamente en el campo de Dachau; von Moltke comparecería ante el inicuo juez Roland Freisler, que llevaría la muerte a los que habían participado en la oposición a Hitler. Por fin, la lista de salvados por Irena Sendler contiene más del doble de nombres que la famosa e importante “lista de Schindler”.

García Pelegrín, doctor en Historia por la Universidad de Colonia, coopera en diversos medios de comunicación alemanes y suizos, a la vez que es coordinador de la sección de cine de un servicio de internet. En este libro ayuda a difundir un aspecto de la lucha de unos cristianos consecuentes con su fe contra el totalitarismo nazi, hechos que habían quedado ocultos en la magnitud de la Segunda Guerra Mundial y las masacres practicadas.

Hace 100 años nació el médico nazi Josef Mengele: el 'ángel de la muerte'

Atroz, monstruosa, bárbara, cruel, inhumana... la lista de calificativos para definir la (criminal) praxis que llevó a cabo Josef Mengele sería interminable. El que fuera médico del campo de concentración y exterminio de Auschwitz durante la II Guerra Mundial se ganó a pulso el apodo del ángel de la muerte: experimentó con humanos y es el responsable de la muerte de miles de judíos. Falleció en 1979 (aunque su deceso se conoció seis años después) sin rendir cuentas por sus atrocidades. Hoy se cumple un siglo de su nacimiento.

Sin temblarle el pulso, usó a los judíos como cobayas humanas con todo tipo de macabros experimentos -a muchos otros les enviaba directamente del tren al crematorio- y huyó del campo de concentración en enero de 1945, días antes de su liberación. Josef Mengele ni tan siquiera fue citado en los Juicios de Nuremberg y como muchos otros criminales nazis cruzó el charco y convirtió América del Sur en su escondite.

El ángel de la muerte se ocultó detrás de nombres falsos (Wolfgang Gerhard fue uno de ellos) para zafarse de la justicia que lo buscaba por sus numerosos crímenes. En la década de los 60 fue localizado en Argentina y se solicitó para él una orden de detención, pero poco después se le perdió la pista. Aún así, respirándole en la nuca tenía a Simon Wiesenthal, el cazador de nazis, que no se cansaba de asegurar que algunos de los participantes del holocausto estaban en Sudamérica. De Argentina, Mengele emigró a Paraguay y allí se creía que seguía en 1982.

Murió en 1979 en Brasil
En 1985 se le continuaba buscando por Paraguay e incluso se ofrecía dinero por información sobre él hasta que en junio se conoció que el médico nazi había muerto en 1979 en Brasil. Lo aseguraba su hijo pero no todo el mundo se lo creía. Días después se confirmaba que el cadáver hallado pertenecía a Josef Mengele.

Siete años más tarde, un amplio reportaje relataba el éxodo nazi que inició el ángel de la muerte (en 2010 The New York Times sacaba a la luz que el gobierno de EE.UU. había dado cobertura a los nazis huidos) y poco después las pruebas de ADN reconfirmaban que el cadáver hallado en 1985 era el de Josef Mengele. Aún así, no todos se acababan de creer que hubiera muerto.

Lo cierto es que Josef Mengele, el ángel de la muerte, vivió y actuó impunemente y falleció en 1979 sin haber rendido cuentas a la justicia ni a las víctimas por sus atrocidades.

martes, 15 de marzo de 2011

El regalo de Hitler

A finales de junio de 1940 Francia acababa de rendirse a los nazis y Hitler, en la cúspide del poder, decidió hacer una visita relámpago a París, ciudad en la que nunca había puesto un pie. El canciller de origen austriaco quería conocer el edificio de la Ópera y la tumba de Napoleón, a quien en su megalomanía debía considerar uno de sus pares. Fue una visita fugaz y sin más testigos que sus mandos militares más próximos y, por supuesto, sus camarógrafos. Tampoco era cuestión de que la toma simbólica de París, que por aquel entonces aún era la capital del mundo, pasase desapercibida. La visita estuvo exenta de ceremonias –se llevó a cabo cuando la ciudad todavía dormía– aunque ello no impidió que la comitiva adoptase un cierto protocolo en lo que se refiere a símbolos y formas: uniformes impecables, marcialidad extrema y unos vehículos a la altura de la ocasión, los Mercedes G4.

El G4 no era un coche cualquiera. Fue concebido como símbolo de autoridad en una época en la que Alemania estaba envuelta en una atmósfera de nacionalismo exacerbado que acogía los avances técnicos como anticipos de las conquistas militares que llegarían más tarde. Mercedes incorporó al G4 algunas de las soluciones mecánicas más avanzadas que se conocían entonces –tracción permanente a dos de sus tres ejes– y lo convirtió en un símbolo de su superioridad tecnológica. El coche nunca llegó a comercializarse y las pocas unidades que se construyeron –57 entre 1934 y 1939– fueron destinadas a las más altas autoridades del régimen nacionalsocialista. Cuando uno veía un G4 circulando con su correspondiente escolta podía tener la certeza de que en su interior viajaba algún ‘pez gordos’ del nazismo.

Hitler tenía al menos dos unidades y las utilizaba sobre todo para pasar revista a sus tropas después de algún triunfo militar. Las imágenes de los archivos le muestran saludando brazo en alto a sus soldados desde un G4 en escenarios como Austria, Bohemia, Praga, Danzing o Bruselas. La base del asiento del copiloto se plegaba para hacer más cómoda la presencia en posición erguida del acompañante. La tracción a los dos ejes traseros permitía que el vehículo se desenvolviese con cierta agilidad en terrenos campestres e incluso en superficies nevadas, lo que le hacía ser especialmente adecuado en las visitas al frente.

Todas las unidades fabricadas equipaban un ocho cilindros en línea que cubicaba más de cinco litros. En cuatro de ellas, sin embargo, se montó una evolución de ese propulsor algo más potente. Dos de esos vehículos fueron los adjudicados a Hitler y los otros dos terminaron en manos de sus principales aliados internacionales: Mussolini y Franco. Hay quien dice que el principal propósito del dictador nazi fue dejar claro ante sus colegas el poderío técnico que había alcanzado la industria alemana. En 1941, año en el que el embajador alemán hizo entrega del vehículo a Franco, el G4 era desde luego un vehículo capaz de dejar boquiabierto a cualquiera.

Empleado en algunas cacerías

No se sabe demasiado del uso que el autoproclamado caudillo dio al coche en los primeros años. Lo que sí se conoce es que a partir de la derrota de Hitler el Mercedes apenas fue utilizado en público porque al régimen no le interesaba exhibir las pruebas de su complicidad con los nazis. Se dice que en años posteriores fue empleado en algunas cacerías por parte de algunos miembros de la familia Franco aunque lo cierto es que el dictador nunca llegó a hacer alarde público de su posesión. Con la llegada de la democracia el coche pasó a ser propiedad de la Familia Real. A esas alturas se había convertido ya en una pieza codiciada por los coleccionistas de medio mundo. La mayor parte de las 57 unidades fabricadas, incluidas las dos de Hitler, habían desaparecido durante la guerra. La propia casa Mercedes dictaminó que solo quedaban tres ejemplares originales, entre ellos el que se conservaba en el palacio del Pardo. El valor del automóvil despertó incluso la codicia de los herederos de Franco, que lo reclamaron sin éxito ante los tribunales.

Se dice que el fabricante alemán llegó a ofrecer a la Casa Real un cheque en blanco a cambio del G4, uno de los pocos modelos que no figura en su museo. Mercedes se comprometió a restaurar el vehículo en un centro especializado –Classic Center– que tiene cerca de Stuttgart. El coche fue sometido a un exhaustivo análisis que duró nada menos que tres años –de septiembre de 2001 a diciembre de 2004–. La revisión confirmó que apenas había sido utilizado y que su estado era excelente. A su vuelta de Alemania, pasó a formar parte de la colección de Patrimonio Nacional. Desde entonces está expuesto al público en el Cuartel del Rey del Palacio del Pardo. Toda una joya con una accidentada historia.

viernes, 11 de marzo de 2011

Macedonia conmemora el Holocausto con el cuarto mayor memorial del mundo

Macedonia cuenta desde hoy con uno de los mayores memoriales dedicado a las víctimas del Holocausto nazi, que en el pequeño país balcánico se cobró la vida de más de 7.000 personas, el 98 por ciento de los judíos macedonios.

El nuevo memorial es el cuarto mayor del mundo, después del Museo del Holocausto Yad Vashem de Jerusalén, el Museo Memorial del Holocausto de Washington y el Museo Judío de Berlín.

En marzo de 1943, con Macedonia ocupada por tropas nazis y el país bajo control de una Bulgaria aliada de Hitler, los judíos macedonios comenzaron a ser deportados al campo de exterminio de Treblinka, en Polonia.

La mayoría de ellos fueron arrestados en las ciudades de Skopje, Bitola y Stip durante la noche del 11 al 12 de marzo, introducidos a la fuerza en trenes y enviados a la muerte.

"(Macedonia) perdió una parte vital de su tejido nacional, cultural y económico", reconoció el presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov, durante la inauguración del memorial, en el centro de Skopje, la capital del país.

La ceremonia, en la que participaron altos cargos políticos, jerarcas religiosos macedonios y representantes de Israel, comenzó con la introducción en el complejo de tres urnas con cenizas procedentes de Treblinka.

En aquel campo de exterminio se colocó ya en 2008 una placa con la inscripción "Macedonia", en recuerdo de los judíos del país que fueron allí asesinados.

"Recuerdo cómo estuve mirando por la ventana a los soldados fascistas que maltrataban a mis abuelos, a mi tío, a mi sobrino, que tenía entonces, como yo, 5 años. El tren luego los llevó a la muerte. Todavía recuerdo el amargo grito de mi madre", declaró Isaac Adizes, un superviviente de la persecución nazi en Macedonia.

La ceremonia concluyó con oraciones judías y salvas de honor lanzadas por el Ejército macedonio.

El memorial abarca una superficie de 2.700 metros cuadrados, y su construcción ha sido financiada con recursos procedentes de la privatización de los bienes de familias judías sin descendientes que fueron nacionalizados por los comunistas.

El memorial incluye un museo en el que serán guardados documentos y pertenencias de los judíos víctimas del Holocausto, y también un centro para la celebración de ceremonias y actos.

El complejo se encuentra en el antiguo barrio judío de Skopje ("Evrejsko maalo", en macedonio), una zona céntrica a pocos metros de la orilla del río Vardar.

En esa zona se levantaban bellísimas casas de las familias judías más acomodadas, de las que ahora sólo quedan fotografías, ya que muchas de ellas fueron destruidas en un fuerte terremoto que arrasó Skopje en 1963.

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las autoridades de Yugoslavia, de la que Macedonia formó parte, condenaron en numerosas ocasiones la matanza de judíos a manos de los nazis.

El historiador Todor Chepreganov, explicó hoy a Efe que, cuando ocurrió la deportación de los judíos, Macedonia estaba bajo la ocupación de Bulgaria. "En esa época no había autoridades macedonias, sino del Estado búlgaro. Si alguien tiene que pedir perdón, es Bulgaria", agregó el historiador.

Hoy día, la comunidad judía en Macedonia es de apenas unos cientos de personas.

La nadadora que Hitler espió


Han pasado ya 75 años desde la disputa de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, los más politizados de la historia, pero aún siguen conociéndose detalles que permiten comprobar la presión que tuvieron que sufrir los deportistas que acudieron a tal evento. "Hitler pasó mucho tiempo evaluándonos, analizando nuestro estado físico y comprobando si estábamos dispuestos a vencer a los alemanes. Fue un espionaje real", asegura Therese Blondeau, única superviviente de los 203 atletas que representaron a Francia en aquella cita.

Blondeau, de 97 años, formaba parte del equipo de natación galo en Berlín 1936. El evento, que transcurrió del 1 al 16 de agosto, se desarrolló bajo el mandato de Adolf Hitler y en un contexto de rearme alemán previo al estallido de la Segunda Guerra Mundial. El dirigente y fundador del nazismo alemán pretendía demostrar en esta cita olímpica la superioridad de la raza aria. "Hitler era muy combativo, quería ganarlo todo", reconoce Therese Blondeau a lo largo de la entrevista concedida a la agencia Reuters. En los Juegos de 1936, Alemania obtuvo un récord de 89 medallas superando incluso a la gran potencia deportiva del momento, Estados Unidos, que se quedó en 56.

"En los Juegos sentimos una gran presión". Relata la ex nadadora que la atmósfera que envolvía a los deportistas en Berlín aquel agosto de 1936 no era el más propicio para competir. Blondeau explica cómo antes de la ceremonia de inauguración, hubo que hacer varios ensayos. "No podía haber confusión en el saludo a Hitler", declara. Los dirigentes alemanes tenían controlado hasta el más mínimo detalle y el saludo, inspirado en la antigua Roma, era muy parecido al saludo habitual en la Italia fascista. "Nuestro saludo fue malinterpretado por la multitud que estalló en aplausos, fue algo vergonzoso", lamenta la ex nadadora francesa.

Blondeau no cumple sus objetivos en Berlín

En lo puramente deportivo, Blondeau no llegó a Berlín en su mejor momento. Y es que tan solo unas semanas antes, había perdido a su padre. La gala fue eliminada en las series sin tener si quiera la posibilidad de alcanzar las finales, motivo por el cual tuvo la oportunidad de conocer más en profunidad la Berlín de la época. "Teníamos un traductor/escolta que nos seguía a todas partes. Pudimos visitar los monumentos principales, pero siempre estuvimos acompañados, no éramos libres", espeta.

Therese Blondeau guarda un grato recuerdo del trato humano con el resto de participantes en los Juegos. "Los deportistas nos convertimos en buenos amigos, había mucho cariño", explica. Y es que independientemente de la nacionalidad, raza o sexo, la relación entre los atletas resultó del todo admirable. La sensación de temor y el sentimiento de amenaza por parte del régimen nazi, contribuyó a esa unidad.

En los días finales de la cita olímpica de Berlín, el Führer invitó a una recepción a los deportistas franceses que se dieron cita en los Juegos. Blondeau recuerda a lo largo de la entrevista que se negó a acudir a dicha recepción oficial. Y es que la francesa no aceptó de buen grado que Hitler les visitara con excesiva frecuencia. "Él venía casi todos los días con su uniforme y sus guardaespaldas", declara.

Como amante del deporte de la natación, Blondeau es una experta de peso. A sus 97 años, sus ojos han disfrutado de los mejores nadadores de la historia. "El mejor de todos los tiempos ha sido Johnny Weissmuller, por supuesto", reconoce la francesa. El nadador de origen rumano fue el primero en bajar de un minuto en la prueba de 100 metros estilo libre y además consiguió un total de cinco medallas en la década de 1920. "Era una persona amable y normal, un niño muy hermoso", sentenció una sonriente Therese Blondeau.

Hitler y Eva Braun, como nunca vistos


La edición online de la prestigiosa revista Life ha obtenido unas fotografías nunca vistas hasta ahora de la que fuera esposa de Adolf Hitler, Eva Braun.Según la publicación, dichas instantáneas revelan nuevas dimensiones del Fürher y su novia, quienes se suicidaron juntos en un búnker de Berlín en invierno de 1945, pocos días después de que el Ejército ruso entrara en la capital alemana. Él tenía 56; ella 33. Las 30 fotografías muestran casi toda la vida de Eva Braun, desde su infancia hasta las estancias que pasó con Hitler en los Alpes. En esta imagen, Hitler sostiene a Ursula Uschi Schneider, hija de Herta Schneider, una amiga de infancia de Eva Braun (1942).

miércoles, 9 de marzo de 2011

Pandur, en el III Reich de Visconti

En su camino hacia el poder absoluto Hitler jugó todo lo sucio que pudo. El «Röhm-Putsch», conocido también como «la noche de los cuchillos largos», da fe de ello. Aunque en realidad fueron «las noches»: entre el 30 de junio y el 2 de julio de 1934, las SS ejecutaron una purga sangrienta que eliminó la amenaza que suponían las SA, otra organización paramilitar nazi que iba demasiado por libre: un centenar de cadáveres fueron el peaje para contentar al ejército y a los políticos.

Éstos no son los Von Trapp
En aquella Alemania desprovista de seguridad, en la que podían sacarte de tu casa en mitad de la noche por ser comunista o judío, o incluso nazi pero incómodo, Luchino Visconti (1906-1976) imaginó a una poderosa familia –nada que ver con los alegres Von Trapp– que habría de encarnar las bajezas, silencios y complicidades de la sociedad que auparon al nacionalsocialismo al poder y que, a la larga, llevaron a la guerra. La historia de la familia Von Essenbeck de «La caída de los dioses» («The damned» en inglés y «Götterdämmmerung» en su wagneriana traducción alemana) es la de la decadencia del país. Visconti lo plasmó en un filme magistral en 1969 que incluía una impactante recreación del «Putsch». Fue además el regreso al cine de un Visconti ya veterano, después de años de éxito en el teatro y la ópera.

No es la primera vez que «La caída de los dioses» se hace material teatral, pero la producción del Teatro Español, junto al Grec y el Calderón de Valladolid, donde mañana se estrena (estará tres días, antes de emprender una gira, y llegará a Madrid en agosto), dará que hablar.

Para empezar, su director, el esloveno Tomaz Pandur, es de los que no deja indiferente: sus montajes vistos en España, desde «Barroco», adaptación de «Las amistades peligrosas» a «Cien minutos» (o cómo deconstruir «Los hermanos Karamazov») han engordado titulares y críticas con tantas adhesiones como rechazos. Su estilo, manierista y amante de lo oscuro y lo sexual, parecía abocarle a revisar al Visconti de la «trilogía alemana».

Ayer, el propio Pandur, acompañado del reparto de la obra, dejó claro que no es casual: «Durante mucho tiempo he estudiado con atención a Visconti. El maestro italiano cambió el mundo del cine, lo transformó en algo nuevo», cuenta Pandur. Y ciertamente no cuesta vincular al Martin von Essenbeck del filme disfrazado de Marlene Dietrich –una imagen icónica de Helmut Berger–, con el imaginario apolíneo de Pandur en su «Infierno» (parte de su trilogía escénica sobre la «Divina comedia») o de los figurines que David Delfín diseñó para su «Hamlet».

Por eso reconoce que, a la hora de concebir este espectáculo, «minimalista y muy cinematográfico» que jugará con proyecciones y espejos, «no puedes olvidar a Visconti. Él es el padre de la estética y ha sido nuestro punto de inicio. El reto ha sido no copiar su estilo, pero sí respetar su credo. Siempre he estado inspirado por él. En todas mis funciones puedes encontrar rastros de Visconti».

De «Hamlet» a «Edipo»
«Entre todas sus películas, la caída de los dioses tiene un significado único. Contiene varios títulos de Shakespeare, desde “Macbeth” y “Hamlet” a “Tito Andrónico” y “El rey Lear”, y viaja atrás, hasta “Edipo”, para beber de la tragedia griega. Esto ha sido un campo referencial muy rico para todos». Ese todos se refiere al reparto de esta producción, encabezado por Belén Rueda, en su segundo papel teatral después de «Closer». De ella, dijo ayer el director que «nació para interpretar el papel de Sophie von Essenbeck». La actriz apuntó que en esta saga «hay representantes de todos los estamentos de la sociedad alemana. Es interesante ver en la función el paralelismo entre lo que sucede en esta familia y lo que puede ocurrir en el mundo exterior». La acompañan el debutante Pablo Rivero («Cuéntame») en la arriesgada piel de su depravado hijo, Martin von Essenbeck, y Manuel de Blas como el patriarca de la adinerada familia, que Visconti construyó, al parecer, inspirándose en una poderosa saga de acereros alemanes. Alberto Jiménez dará vida al amante de Sophie y «trepa» Friedrich Bruckman, papel protagónico que en pantalla será siempre el rostro de Dirk Bogarde. Junto a ellos, Olivia Molina, Fernando Cayo, Santi Marín, Francisco Boira, el pianista Ramón Grau, que acompaña en directo a la obra, y un personaje inventado por Pandur, Janek, el sirviente que, desde su pequeña estatura –lo interpreta Emilio Gavira–, sirve de contraste con la Alemania aria, rubia y perfecta.


El detalle: ENTRE NIETZSCHE Y LAS SS
Del filme (a la izda.), «queda todo y nada. Tomamos el guión de Visconti y lo hemos enriquecido con la experiencia del tiempo», cuenta Pandur. El director espera que la obra «no sólo dé respuestas sino que plantee preguntas, por ejemplo, ¿qué sucede en la Europa en la que vivimos? o ¿quiénes somos y cuáles son nuestros valores morales y éticos? Y, por supuesto, está la cuestión de Dios: Visconti se inspiró muchísimo en la filosofía de Nietzsche». Todo para retratar a un grupo humano que reúne a un alto miembro de las SS, piezas claves del III Reich, comunistas e incluso voces críticas con el ascenso del nacionalsocialismo, que serán aplastadas. «Espero que hayamos logrado retratar aquellos arquetipos. A fin de cuentas, el filme no es otra cosa que una historia sobre la familia».

Hobgoblin: Magos contra nazis... en HBO

La cadena HBO siempre se ha caracterizado por arriesgar a la hora de elegir proyectos, algo que casi siempre le ha salido bien. Hobgoblin, más que un proyecto arriesgado me parece extraño. Aunque actualmente la serie se encuentra en fase de preparación os podemos adelantar algunos datos sobre la misma. La historia se centrará en un grupo de magos y timadores profesionales que lucharán contra Hitler y los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Los diversos personajes usarán sus habilidades para intentar vencer a los alemanes.

Los creadores de esta insólita serie son Michael Chabon y su mujer, Ayelet Waidman. Este es el primer guión que la pareja, ambos escritores, realiza conjuntamente. Michael Chabon ha escrito obras como Kavalier and Clay, Wonder Boys, que tiene versión cinematográfica, o The Misteries of Pittsbourgh. Ayelet Waidman es la autora de Love and Other Imposible Pursuits, novela que en breve se convertirá en una película titulada The Other Woman. Chabon ganó un Pulitzer y fue uno de los guionistas de Spiderman 2 pero esta es su primera experiencia televisiva. Además de escribir el guión junto a su pareja, ejercerá de productor ejecutivo de la serie. El proyecto también cuenta con John Lesher y Adam Kassan como productores ejecutivos.

Otra serie con tintes sobrenaturales en su trama. Vaya que sorpresa. Todos confiamos en la HBO y en sus proyectos pero empieza a resultar un tanto alarmante el número de dramas con elementos sobrenaturales. No creo que haya sitio para todos. Este puede resultar muy, muy interesante. Tendremos nazis, guerra, ilusionismo, magia y calidad, porque si hablamos de la HBO hablamos de calidad. Y confío plenamente en el trabajo de los creadores, he leído alguno de los libros de Chabon y son muy buenos.

Como curiosidad, el término hobgoblin, se usa en los cuentos populares para referirse a los duendes. Constituyen la etnia feérica más variada en Inglaterra, muchos de los investigadores entre los siglos XVII y XVIII utilizaron el término hobgoblin como sinónimo de fairy, que en inglés involucra a todas las razas de “gente pequeña”. Me parece curioso que hayan usado esta palabra para el título, a pesar de tener relación con el mundo de la magia no parece muy adecuada para la historia.

El argumento de la serie resulta bastante raro pero a veces la realidad supera a la ficción. Jasper Maskelyne, fue un ilusionista británico, cuyo sobrenombre era War Magician (El mago de la guerra). Participó en la Segunda Guerra Mundial y ayudó activamente al ejército ingés en África usando sus habilidades. Creó ilusiones, ayudó a mejorar los camuflajes e incluso parece que movió Alejandría. Aquí lo explican mucho mejor. Me pregunto si el matrimonio de escritores conocían la figura de Maskelyne, quien debió de ser todo un personaje.

martes, 8 de marzo de 2011

Le Pen dice que las cámaras de gas "fueron un detalle" en la historia de la Segunda Guerra Mundial

El líder ultraderechista francés Jean-Marie Le Pen, condenado por la justicia por haber dicho que las cámaras de gas nazi eran "un detalle en la historia" de la II Guerra Mundial, reincide en una entrevista publicada hoy.

El presidente del Frente Nacional sostiene en la revista mensual regional Bretons que "es evidente que las cámaras de gas eran un detalle" en la historia del conflicto.

El entrevistador matiza que el problema no es que murieran 50 millones de personas sino "cómo fueron matados" y le recuerda las deportaciones a los campos de exterminio, a lo que Le Pen replica que no se siente "obligado a adherirse a esa visión".

Tras la difusión de sus comentarios, Le Pen ha asegurado en un comunicado que había prohibido "expresamente" a la revista que publicara la entrevista, por carta certificada hace dos semanas.

Multa de 10.000 euros

En febrero, el líder del Frente Nacional fue condenado a tres meses de prisión exentos de cumplimiento y 10.000 euros de multa por haber dicho en una entrevista en 2005 que la ocupación nazi de Francia "no fue particularmente inhumana".

El Tribunal Correccional de París lo declaró culpable de un delito de complicidad con la apología de crímenes de guerra y negación de un crimen contra la humanidad.

Ahora, la Fiscalía de París ha anunciado que piensa analizar estas nuevas declaraciones de Le Pen para decidir si lo persigue judicialmente, mientras que asociaciones de derechos humanos han adelantado que van a demandarle y la oposición de izquierdas ha reclamado que sea llevado ante los tribunales

No es digno de la Eurocámara

El secretario general de la delegación del PSOE en el Parlamento Europeo Javier Moreno ha asegurado que Le Pen "no es digno de sentarse" en la Eurocámara. En su opinión, Le Pen ha demostrado "una vez más que no está capacitado para representar a la ciudadanía europea".

Moreno ha añadido en un comunicado que es "inadmisible" que alguien que ocupa un escaño europeo defienda crímenes contra la humanidad y que "un señor con este perfil no es digno de sentarse en un hemiciclo donde compartimos los valores en los que se sustenta la Unión Europea".

Historia de un libro infame

El historiador Olaf Simons descubrió con inquietud que la actitud de su abuela no había sido una excepción. En 1945, muchos hogares alemanes prefirieron esconder ese libro antes que destruirlo. Cuando las tropas aliadas entraron en el pueblo, ella «envolvió su ejemplar con papel aceitado» y lo enterró en el jardín. «¿Por qué no haberlo quemado simplemente en la chimenea? “Me dije que quizá fuera un objeto de valor”, respondió a su nieto». Dos años después, esa misma anciana lo desentierra, cambia el papel que lo protege y lo vuelve a guardar. El peso de la conciencia por el horror del genocidio judío, o el de la culpabilidad por el desencadenamiento de la contienda que se abrió en1939, no resultaba suficientemente fuerte para que esa mujer renegara de él y lo rompiera, a pesar de que las ciudades de su país estaban reducidas a cenizas. En la posguerra, además, tenerlo en casa, o reconocer que se había leído, implicaba de manera directa que se conocían las intenciones genocidas del Tercer Reich. Sin embargo, la mayoría de la población prefirió olvidarlo en un rincón del sótano o el desván antes que entregarlo a las llamas.

Un ideario político
Es imposible deslindar el «Mein Kampf», uno de los libros más detestables que jamás se han escrito, de la memoria colectiva europea. Adolf Hitler expuso en sus páginas la doctrina y las ideas del nacionalsocialismo que después ejecutaría sin pudor ni dudas. El volumen, aunque cueste creerlo, fue un «best seller». Ese cabo sin ejército, ese pintor frustrado, el vagabundo resentido por la guerra que había perdido, escribió en 1923, en la cárcel-fortaleza de Landsberg, uno de los panfletos políticos más indignantes de la historia. El escritor Antoine Vitkine, en «Mein Kampf. Historia de un libro» (Anagrama) revela, sin embargo, que fue «uno de los libros políticos más comprados de todos los tiempos. Antes del ascenso de su autor al poder, en 1933, lo adquieren centenares de miles de personas». Asegura que «su difusión alcanza la colosal cifra de doce millones de ejemplares. Calificado de “biblia nazi”, ofrecido a todas las parejas que se casan, enseñado a los niños, promovido por medio de campañas publicitarias innovadoras, es impreso incluso en alfabeto braille».

Pero hay más. En los años treinta es traducido a más de veinte lenguas y se convierte en un «best seller» en el mundo entero. La historia de su éxito se prolonga más allá de la derrota nazi. «A partir de 1945 se vende en el extranjero por millones. Según la revista norteamericana “cabinet”, se habían vendido 20.000 ejemplares anuales en versión inglesa». En Francia sigue difundiéndose ahora y en ciertos países está entre los más vendidos: «En Turquía se agotaron 80.000 ejemplares en un año; en India es objeto de un entusiasmo sin precedentes; en Rusia, Indonesia, Egipto o Líbano su éxito es indiscutible». En 1999, el diario «The guardian» descubre que el libro figura entre las tres obras que más compraban los alemanes en «Amazon.com» (después de la denuncia, este sitio dejó de enviar el libro a direcciones alemanas). Pero tampoco es difícil conseguirlo. «En la librería alemana de Ibiza, centro de vacaciones muy apreciado por los alemanes, se venden todos los veranos un número considerable de ejemplares de “Mein Kampf” en versión original». Hitler, que creía en «los protocolos de los sabios de Sión», convirtió sus postulados en una fuente de ingresos. A finales de 1932 había vendido 230.000 ejemplares. En enero de 1933, otros 13.000. «El Führer ya es un hombre rico. Apenas necesita un sueldo, pues recibe el 10 por ciento del precio de venta y, a partir de 1933, el 15 por ciento». Según la documentación, «“Mein Kampf” habría reportado al Führer 15 millones de Reichsmarks, o sea, decenas de millones de euros actuales».

Una cuenta en Suiza
Un informe desclasificado de la CIA afirmaba que el editor del libro había abierto una cuenta para Hitler «en un banco de Ginebra, el UBS, y que millones de marcos dormían allí tras la finalización de la guerra...». Por eso, el filósofo y filólogo Victor Klemperer aporta una lúcida reflexión que recoge Vitkine: «Cómo fue posible difundir este libro en la opinión pública y cómo, pese a ello, fue posible el reinado de Hitler, puesto que la biblia del nacionalsocialismo ya estaba en circulación varios años antes de la toma de poder: éste será siempre para mí el mayor misterio del Tercer Reich». Vitkine repasa la recepción de este libro en Francia, Inglaterra y Estados Unidos en los años siguientes a que saliera a la venta. Sobre todo se centra en la disputa, por derechos de autor, que el sello que publica a Hitler en Alemania mantiene con un editor francés de tendencias políticas fascistas. El dictador alemán ganaría la demanda en contra del francés: «En materia de propiedad literaria, los alemanes tienen en Francia los mismos derechos que los nacionales». Una ironía de la Justicia de un país que enseguida sería invadido por ese mismo demandante y con el ideario contenido en ese volumen. «Una derrota en nombre de las normas ordinarias de la civilización y a causa de ellas. Una derrota jurídica que anuncia las derrotas políticas y militares futuras. Al presentar su demanda ante el tribunal, Hitler muestra una vez más hasta qué punto sabe volver contra sí mismas las armas de las democracias. Lo mismo ocurre con la naturaleza particular, única, de la empresa hitleriana: un mal resultado de la propia democracia». Este capítulo es importante porque desvela cómo el «Mein Kampf» se recibió en Francia, nación que en esos años jamás dispuso, lamentablemente, de una traducción fidedigna para que se cerciorara de la amenaza que suponía ese líder político. La mayoría subestimó el libro, otros, aferrados a las promesas de paz de Hitler, lo despreciaron; y, la extrema derecha, se aferró a su mensaje antisemita, pasando por alto las advertencias que incluía contra Francia.

Una pregunta queda suspendida: ¿Los lectores de este libro habían podido percibir el extermino de los judíos? No hacía falta leerlo. Vitkine recoge el discurso que Hitler pronunció el 30 de enero de 1939 y en el que advierte de lo que supondría una guerra en el viejo continente: «La aniquilación de la raza judía en Europa». Los socialista alemanes ya conocían este plan, y, en 1940, la prensa alemana anuncia que «el distrito de Dantzig-Prusia Oriental es el primero en no tener judíos en su territorio». En el «Mein kampf» abundan los pasajes que se refieren a esta locura de su autor. Pero «la reacción será la indiferencia».


El detalle: ECO EN EL MUNDO ÁRABE

El «Mein Kampf» tiene aún hoy eco en el mundo islámico, según Antoine Vitkine. El libro de Hitler, aburrido y repetitivo, que tuvieron que corregir y depurar varios colegas suyos, contiene frases aborrecibles, como esta: «El judío sigue su camino, ese camino que lo conduce a penetrar disimuladamente en los pueblos y vaciarlos de su sustancia; y combate con sus armas, que son la mentira y la calumnia, el envenenamiento y la descomposición, que acentúan la lucha hasta el exterminio cruento del adversario detestado». El conflicto con Israel es el motivo del éxito del libro en los países musulmanes. En 2005 se vendieron 80.000 ejemplares en Turquía. Para el autor, «El “Mein Kampf” se nutre tanto del antisemitismo como de los magmas ideológicos que se crean en el terreno de las tensiones políticas y la incultura». Vitkine incluye el testimonio de un egipcio que intenta explicar este hecho: «Permite saber cómo piensan los sionistas. Eso no tiene nada de malo». El veneno de Hitler parece que todavía está activo.

viernes, 4 de marzo de 2011

Esta noche, en La10, "El último asalto"

Acción y suspense en plena Segunda Guerra Mundial. Entre los 35.000 soldados británicos enviados tras las líneas enemigas a la Holanda ocupada por los alemanes, hay un pequeño grupo de hombres con un objetivo muy concreto: Encontrar un tesoro en oro y obras de arte que los nazis guardan en un lugar aparentemente inexpugnable. Los hombres que forman este grupo son realmente civiles disfrazados de militares, que deberán enfrentarse a soldados alemanes curtidos en la guerra, capaces de matar a sangre fría. Colin Teague, un director muy curtido en muchas series de televisión, incluye imágenes documentales combinándolas con la acción, dotando el filme de un ritmo brillante en una perfecta mezcla de aventura, suspense acción espectacular.

jueves, 3 de marzo de 2011

EL aeropuerto de Malasia atrasa 56 vuelos por bomba de la Segunda Guerra Mundial

El aeropuerto internacional de Kuala Lumpur ha retrasado 56 vuelos por una bomba de la Segunda Guerra Mundial que descubrieron en las obras que se están realizado para construir una nueva terminal, informó la prensa local.

Los trabajadores tropezaron el lunes con el artefacto, que obligó a parar el tráfico aéreo en dos ocasiones para proceder a su detonación, según el diario "The Star".

El estallido de la bomba fue provocado por los servicios de seguridad del aeropuerto y por el servicio de desactivación de explosivos malasio, y afectó a 56 vuelos.

Hasta 25 millones de pasajeros pasan anualmente por el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur, que se encuentra a 50 kilómetros de la capital.

En abril de 2010, otra bomba de la Segunda Guerra Mundial obligó a cerrar durante dos horas el aeropuerto internacional de Kota Kinabalu, en la isla de Borneo.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Israel honra a salvadoreño por salvar a judíos del Holocausto

El memorial del Holocausto de Israel ha incluido a un diplomático salvadoreño en la lista de gentiles que arriesgaron su vida para salvar a judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

José Arturo Castellanos desafió a su gobierno al emitir miles de visados y documentos falsos que permitieron que unos 40.000 judíos escaparan de la muerte a manos de los nazis. Castellanos fue cónsul general de El Salvador en Suiza en la década de 1940 y falleció en 1977.

El memorial Yad Vashem dijo que Castellanos es el primer salvadoreño que recibe el reconocimiento de "Virtuoso entre las naciones".

El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, dijo que las acciones de Castellanos serán "una luz para todas las futuras generaciones". Tres sobrevivientes del Holocausto a los que ayudó a salvar sus vidas asistieron el martes a la ceremonia en la que fue descubierto su nombre.

martes, 1 de marzo de 2011

Un "Heil Hitler" de un turista le cuesta un arresto

Un canadiense de 30 años ha sido arrestado en Alemania por fotografiarse haciendo el saludo nazi junto al Reichstag en Berlín. El turista se encontraba de pie sobre las escaleras que dan acceso al parlamento alemán cuando decidió que su novia lo fotografiara alzando el brazo derecho con la palma extendida.

Tal gesto está prohibido en Alemania, por lo que la policía le detuvo al instante, esposándole y requisándole la tarjeta de memoria de la cámara digital. Pese a que corría el riesgo de ser acusado formalmente de hacer este gesto prohibido, un delito por el cual podría ser condenado a una pena de prisión de hasta seis meses, finalmente la policía lo liberó a las pocas horas al considerar su situación de turista y tras abonar una pequeña fianza.

Cientos de turistas cada año cometen el mismo error al visitar Alemania, al considerar que puede ser muy divertido fotografiarse haciendo el saludo nazi o incluso gritando "Heil Hitler". Pero todos los gestos que pueden identificarse con el régimen nazi o la exhibición de símbolos nazis son considerados un delito en la Alemania actual, según informa el diario The Telegraph.

Un récord del mundo muerto en la trinchera

En 1938 el estadio de Colombes en París acogió el Campeonato de Europa de atletismo al aire libre en el que brilló por encima de todo la actuación del equipo alemán que arrasó en el medallero y confirmó la supremacía a nivel continental que ejercían los germanos. Pero aquella brillante selección quedó enterrada en gran medida por la Segunda Guerra Mundial. Nueve de los atletas más sobresalientes de aquella generación perdieron la vida en el conflicto. Rudolf Harbig, que llegó a tener tres récords del mundo al mismo tiempo, ha sido el más célebre de ellos.

JUAN CARLOS ÁLVAREZ A Rudolf Harbig le sirvió de poco convertirse en uno de los grandes atletas alemanes de comienzos de siglo. Sus notables logros, que en muchos otros países le habrían garantizado un puesto "seguro" durante la Segunda Guerra Mundial, no le evitaron ser destinado al frente del Este durante el conflicto militar. Y allí, en una batalla cualquiera, entregó su vida como la hicieron decenas de deportistas de élite alemanes a quienes el desquiciado régimen también cargó con un fusil al hombro. El atletismo fue un deporte especialmente masacrado como demuestra el hecho de que nueve de los componentes de la selección que acudió en 1938 a París perdieron la vida durante la guerra. Esta es simplemente la historia de uno de ellos.

Harbig, nacido en Dresde en 1913, llegó algo tarde al mundo del atletismo. El deporte formaba parte esencial de la educación alemana en aquel tiempo y Harbig tenía unas evidentes condiciones que aprovechaba a la practicar diferentes modalidades. Un día Woldemar Gerschler le vio correr los 800 metros en poco más de dos minutos y decidió invitarle a formar parte del equipo que dirigía en aquella ciudad. Y se quedó para siempre con las zapatillas de clavos. Su progresión fue meteórica y no tardó en convertirse en un extraordinario mediofondista. Convirtió los 800 metros en su especialidad, aunque también sobresalió en los 400 metros, algo que le permitió disfrutar de una fabulosa velocidad terminal. En 1936 se proclamó campeón de Alemania en los 800 metros y ese mismo año, en los Juegos Olímpicos de Berlín, formó parte del equipo que conquistó la medalla de bronce en los 4x400. Era su primera gran incursión en las competiciones internacionales, de las que se iba a convertir en un asiduo. Es en el Europeo de París donde inicia su mejor etapa atlética. Allí suma una medalla de oro en los 800 metros y en el 4x400, un aviso de lo que vendría a continuación. En 1939 bate el récord del mundo de 400 metros (46 segundos) y vive una carrera inolvidable en Milán contra quien le discutía el reinado en los 800 metros a nivel mundial: el italiano Mario Lanzi. La carrera, pese a que la amenaza de la Segunda Guerra Mundial parecía llenarlo todo, supuso un acontecimiento en Italia donde Lanzi constituía todo un referente. Pero el alemán en aquel tiempo era un tren imparable. El italiano, jaleado por su público, lanzó la carrera a un ritmo muy alto, demasiado para él. Harbig no tuvo problemas para pegarse a sus talones y resistir la embestida. A falta de doscientos metros el alemán cambió el ritmo y se fue como una flecha a por la meta. Lanzi acabó desfallecido mientras Harbig detenía el crono en un asombroso tiempo para la época de 1:46.60, nuevo récord del mundo. Su tiempo tardó casi dieciséis años en ser mejorado y hubo que esperar a 1955 para que alguien fuese capaz e invertir menos tiempo en dar las dos vueltas a la pista (sólo el récord de Coe duró más tiempo). Harbig reinaba en el medio fondo y en gran medida se aprovechó de la terrible crisis que la Segunda Guerra Mundial generó en el deporte. Disminuyeron las competiciones, se suspendieron campeonatos, murieron deportistas y mejorar se convirtió en secundario para la mayoría de atletas de la época. Pero Harbig, en esa etapa de absoluto desconcierto, siguió evolucionando y sumó en 1941 el récord del mundo de 1.000 metros para convertirse en el único atleta de la época que tuvo tres registros mundiales al mismo tiempo.

Pero la Guerra es un animal imparable que tarde o temprano acaba por alcanzarte. A Harbig le valieron de poco las medallas, los reconocimientos o las recepciones oficiales que los dirigentes germanos dedicaron a sus deportistas, elemento fundamental de su propaganda. Como tantos otros deportistas de élite fueron llamados a filas, se les colgó un fusil del hombro y se les dio la orden de matar. El mediofondista fue enviado a combatir al Frente del Este, un mal destino. Allí, en Ucrania, recibió el 5 de marzo de 1944 un balazo que acabó con su vida y cerró la carrera de uno de los mejores atletas de la primera mitad del siglo XX que dio Alemania. Luego llegaron los reconocimientos, su nombre en cuatro estadios diferentes, el reconocimiento que le ha dado la historia. En aquella Guerra ocho de sus compañeros de selección de atletismo tuvieron su mismo destino.

La obra 'El mar y veneno' de Shusaku Endo relata experimentos médicos de japoneses con prisioneros en II Guerra Mundial


La novela 'El mar y veneno', de Shusaku Endo (1923-1996) y editada por Ático de los Libros, relata los experimentos médicos llevados a cabo, durante la Segunda Guerra Mundial, sobre ocho prisioneros estadounidenses capturados por los japoneses, que culminan con la lenta y metódica vivisección de uno de ellos.

Así lo ha detallado la editorial en una nota remitida a Europa Press, donde informa de que dicha novela sale a la venta este lunes en su edición en castellano, al tiempo que destaca que Shusaku Endo es "uno de los autores más importantes de la literatura japonesa moderna", ganador de todos los grandes premios del país nipón, entre ellos el 'Akutagawa', 'Tanizaki', 'Manichi' y 'Shincho', estos dos últimos precisamente por 'El mar y veneno'.

En este sentido, la novela describe las reacciones de los médicos ante el horror que se ven abocados a cometer y, en "una narración apasionante que mantiene al lector enganchado y en tensión desde la primera página", construye "delicadamente" el mensaje de que "quienes consienten un crimen son tan culpables como los que lo cometen".

En concreto, el argumento se basa en la vivisección de ocho tripulantes de bombarderos B29 en la universidad imperial de Fukuoka. Estos experimentos incluyeron la extracción de tejido de los pulmones, incisiones en el corazón y substitución de sangre por agua salada. Ninguno de los sujetos sobrevivió a los experimentos. Aunque los personajes del libro son ficticios, los hechos que narra son reales.

Cabe destacar que Endo ha recibido elogios "unánimes" de la crítica internacional por su obra. Si bien, cuando se publicó en Japón, en 1958, fue uno de los primeros libros en tratar de la cuestión de "las atrocidades cometidas por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial y despertó una gran polémica".

Asimismo, 'El mar y veneno', que fue llevada al cine en 1986, se considera la primera gran novela escrita por Endo. Hasta la fecha estaba inédita en castellano, por lo que Ático de los Libros continúa con esta obra "la labor de difusión de la literatura japonesa".