miércoles, 28 de diciembre de 2011

El octogenario que derrotó a un batallón de nazis

Matvey Kuzmin, al que todos llamaban “Biriuk” (lobo solitario), era un anciano de 83 años que vivía en una cabaña de madera en los bosques que rodeaban su pueblo natal, Kurakino (Rusia). En 1942, alejado del mundanal ruido y en plena ofensiva nazi sobre Rusia, sus únicas preocupaciones eran cazar, pescar, recoger leña… Hasta que un día se topó con un batallón de la 1ª División de Montaña del ejército alemán.

Matvey Kuzmin

El comandante alemán le ofreció comida, queroseno y un rifle de caza nuevo a cambio de guiarlos por el bosque y poder sorprender al ejército rojo por la retaguardia. Kuzmin aceptó el trato… o eso hizo creer a los nazis. Aunque Kuzmin no simpatizaba con el régimen stalinista, tampoco era un traidor. Mientras los alemanes planificaban la estrategia de ataque, Kuzmin consiguió avisar a Vasilij (hay versiones que dicen que era su hijo y otras que su nieto) de su plan: atravesarían el bosque, por la ruta más difícil para agotarlos, hasta las cercanías de Malkino donde había un lugar idóneo para que el ejército rojo, avisado por Vasilij, los emboscase.

Tras varias horas de marcha, con la nieve hasta las rodillas, agotados y temblando de frío llegaron al punto elegido para la emboscada. Si Vasilij no había llegado a tiempo o no había podido avisar a los rusos… estaba perdido. De repente, los rusos salieron de su escondite y comenzaron a disparar sus ametralladoras… los alemanes habían caído en la trampa. En medio de la refriega, y antes de caer abatido, el oficial alemán mató a Kuzmin. Sólo unos pocos alemanes pudieron huir de aquella encerrona.

La historia de Kuzmin pasó sin pena ni gloria hasta que el periodista de Pravda, Boris Polevoy, escribió el artículo “El último día de Matvey Kuzmin” que luego se convertiría en un cuento infantil.

En 1965 fue nombrado, a título póstumo, Héroe de la Unión Soviética, convirtiéndose en la persona de más edad que recibe esta condecoración.

Vía| Historias de la historia

domingo, 18 de diciembre de 2011

Este jueves 22 de diciembre, en La 1, "El ángel de Budapest"


El actor Francis Lorenzo pasará de ser el malvado comisario de la serie Águila roja a convertirse en El ángel de Budapest, película para la televisión que estrena La 1 el jueves y que cuenta la historia del español que salvó a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Esta producción, dirigida por Luis Oliveros sobre un guión de Ángel Aranda Lamas, está basada en el libro de Diego Carcedo Un español frente al Holocausto y entremezcla los hechos reales con el devenir de personajes de ficción.

El ángel de Budapest cuenta con la participación de Francis Lorenzo, que da vida al protagonista de la historia, Ángel Sanz Briz, mientras Anna Allen (Cuéntame cómo pasó, Acusados) es su esposa en la pantalla.

Por su parte, Ana Fernández (Solas, Policías en el corazón de la calle) da vida a la señora Tourné, empleada judía de la legación española en Budapest, y Manuel de Blas (Cuéntame cómo pasó) se pone en la piel del diplomático español Miguel Ángel Muguiro. Además, el actor italiano Aldo Sebastianelli (Un franco, 14 pesetas) recrea la figura de Giorgio Perlasca, importante colaborador en la labor de Ángel Sanz Briz en el Budapest ocupado por los nazis.

Deportación

Budapest, 1944, un año antes del final de la Segunda Guerra Mundial. En el mes de abril, Adolf Eichman se instala en la ciudad y comienza la deportación de judíos húngaros a Auschwitz. Solo en 56 días, 437.000 judíos son enviados a los campos de exterminio.

Ángel Sanz-Briz (Zaragoza 1910-Roma 1980) ejercía entonces como encargado de negocios de la legación española en Budapest. Ante la persecución contra los judíos húngaros, Sanz Briz utilizó todos los recursos que tuvo a su alcance en calidad de representante del Estado español para salvar cuántas vidas le fuera posible. Para ello, el diplomático aragonés emitió miles de cartas de protección que garantizaban inmunidad a sus portadores, burlando en muchos casos a las autoridades alemanas y a sus colaboradores húngaros.

Hasta diciembre de 1944, cuando su país le ordenó abandonar Budapest, Ángel Sanz-Briz logró proteger a cerca de 5.000 judíos. Desde entonces, se le conoce como El ángel de Budapest. En 1966, Ángel Sanz-Briz fue reconocido por el Museo del Holocausto Yad Vashem de Israel como Justo entre las Naciones.

El viernes, un documental

Además, el viernes a las 23.30 La 2 emitirá un documental que profundizará en la figura de Sanz Briz. El documental recoge el testimonio de judíos que salvaron la vida gracias a Sanz Briz, así como la aportación de historiadores y familiares del diplomático y documentos e imágenes inéditas.

jueves, 15 de diciembre de 2011

La trágica historia de los 900 soldados japoneses devorados por cocodrilos

En febrero de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, un batallón de soldados japoneses fue acorralado por tropas inglesas que buscaban conquistar la isla birmana de Ramree. Los nipones optaron cruzar 16 Km. de pantanos infestados de cocodrilos. De casi 1000, solo 20 sobrevivieron.

La noche del 19 de febrero de 1945 fue la más terrible que los miembros de los Royal Marines hemos experimentado. Los reiterados disparos de rifle en el negro pantano acompañaban los alaridos de hombres destrozados entre las mandíbulas de enormes reptiles y el sonido de los cocodrilos girando en el agua, realizaban una cacofonía infernal que rara vez fue duplicada en la Tierra. Al amanecer los buitres llegaron para limpiar lo que los cocodrilos habían dejado…de los casi 1.000 soldados japoneses que se internaron en los pantanos de Ramree, solo 20 fueron hallados con vida".

Soldado británico Bruce Wright, 1945.

Con este corto pero descarnado relato, un soldado de los Royal Marines describía la que quizás fue la peor matanza de seres humanos por cocodrilos en el Siglo XX.

Además de los horrores propios que un soldado tuvo que enfrentar durante los combates en la Segunda Guerra Mundial, estos valerosos hombres tuvieron que salvar sus vidas de toda clase de depredadores, ya que el campo de batalla podía ubicarse en una selva, en medio del océano o en un pantano.

En un informe anterior habíamos contado sobre el calvario que tuvo que vivir la tripulación del crucero de guerra estadounidense USS Indianápolis en 1945 cuando su barco fue hundido por un submarino japonés y unos 880 marinos fueron a parar al agua. Cuatro días después del incidente, solo 316 personas fueron rescatadas, los demás habían sido comidos por los tiburones.

La tragedia del USS Indianápolis había llegado para sumarse a otra horrible historia ocurrida a principios de ese año, pero esta vez vivida por el bando contrario.

Un pantanoso archipiélago de Birmania fue el escenario donde casi un millar de combatientes japoneses se enfrentarían a la muerte pero esta no vendría de la mano de las balas enemigas, sino de gigantescos cocodrilos de agua salada. La carnicería ocurrió durante la batalla de la Isla Ramree y sus sobrevivientes hubieran preferido morir a manos del enemigo.

La ocupación de Ramree

Esta batalla tuvo una duración de seis semanas entre enero y febrero de 1945, y formó parte de la Campaña de Birmania llevada a cabo por el Ejército inglés.

En el año de 1945 los británicos, aliados de los americanos, deciden tomar Birmania para así derrotar a los japoneses, aliados de los alemanes y hacerlos retroceder en el continente asiático.

El combate comenzó con la Operación Matador, un asalto anfibio para capturar el estratégico puerto de Kyaukpyu - situado en el extremo septentrional de la isla de Ramree, al sur de Akyab a lo largo de la bahía de Hunter - y el vital aeródromo cerca del puerto. El reconocimiento llevado a cabo el 14 de enero de 1945 mostró fuerzas japonesas emplazando cañones para evitar el desembarco en las playas, por lo que la Marina Real inglesa asignó un acorazado y un portaaviones de escolta para proporcionar apoyo naval a la fuerza de operaciones.

El 21 de enero, una hora antes de que la 71ª Brigada India desembarcara, el acorazado Queen Elizabeth abrió fuego con su batería principal mientras que aviones del portaaviones y el escolta Ameer actuaban como observadores. El crucero ligero Phoebe también se sumó al bombardeo, junto con un escuadrón de la RAF, (La Real Fuerza Aérea), que bombardearon las playas. Las tropas de asalto desembarcaron sin encontrar resistencia y aseguraron la cabeza de playa; al día siguiente desembarcó la 4ª División India de Infantería.

Mientras tanto, en Ramree la guarnición japonesa opuso una feroz resistencia al embate británico e indio. Cuando la Infantería de Marina flanqueó al batallón japonés, los más de novecientos defensores abandonaron la base y se internaron en los pantanos intentando llegar a través de la isla hasta un batallón mayor de soldados japoneses ubicado hacia el sur.

Ingreso al infierno

Los casi 1.000 soldados japoneses se introdujeron en los manglares, pantanos anegados con agua y barro hasta la cintura, para recorrer una distancia de más de 16 Km. que los llevarían al punto de encuentro con sus otro camaradas. La trampa se había montado, los japoneses eran cazados por los francotiradores ingleses apenas asomaban de los matorrales y su única alternativa era huir por los lodazales. Algunos aseguran que los británicos intentaron convencer a los japoneses para que se rindieran pero estos los ignoraron y prefirieron jugar su suerte e introducirse en los aterradores manglares para comenzar una penosa marcha en plena noche.

Atrapados en el barro de los manglares, los japoneses empezaron pronto a sufrir los efectos de las enfermedades tropicales, pero aún fue peor la presencia de un gran número de escorpiones, mosquitos tropicales y miles de cocodrilos de agua salada, los reptiles más grandes del mundo en su género. Bestias muy agresivas que pueden llegar a los 8 metros de largo y llegar a pesar más de una tonelada.

Según el relato de algunos sobrevivientes, lo peor ocurría de noche, cuando uno a uno eran cazados por los cocodrilos que de una forma repentina emergían de las mugrosas aguas para atrapar con sus enormes fauces a los hombres que avanzaban a tientas. Lo más aterrador era escuchar los gritos en la oscuridad o cómo los huesos y el cráneo se quebraban por la mordida de estos reptiles, que tras su captura, desaparecían de la misma forma que habían llegado, en medio de remolinos de agua y barro.

"Las balas nada pudieron hacer por nosotros, hubiera sido mejor morir en manos del enemigo", relató un joven soldado japonés de solo 20 años que aún tenía dibujado el terror en su rostro.

Durante su travesía, cientos de japoneses murieron en aquellas semanas producto de las heridas, picaduras de insectos y serpientes, otros por falta de alimento o agua, pero la mayoría simplemente devorados por los enormes cocodrilos de mar.

Hasta el día de hoy se discute la magnitud de este hecho, y hay quienes alegan que fueron 900 los soldados que se internaron en los manglares, que se capturaron 20, pero otros 500 salieron del pantano para seguir combatiendo, así, solo 400 fueron muertos por los dientes de cocodrilos.

Sin embargo, el Libro Guiness de los Records tiene al ataque de la Isla de Ramree como el más mortífero realizado jamás por esta clase de animales.

Finalmente cuando los británicos lograron penetrar en las zonas secas del pantano, de los casi mil soldados japoneses que en un principio habían huido hacia su interior, sólo fueron capturados una veintena de ellos, gravemente heridos y debilitados.

Los pocos y harapientos sobrevivientes del calvario, no olvidarían por el resto de sus días que aquel año de 1945 ellos habían salido airosos de la batalla con uno de los depredadores más poderosos y peligrosos del mundo, el gran cocodrilo de agua salada. La masacre humana de Ramree se enmarcó en uno de los tantos relatos trágicos de la Segunda Guerra Mundial, una más de otras tantas que narraremos, pero esa, esa es otra historia.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Honran a anciana que salvó a cientos de soldados en la II Guerra Mundial


Una ex-enfermera de 93 años que curó a cientos de soldados estadounidenses heridos en Bélgica durante la II Guerra Mundial recibió este lunes una condecoración por su valor que entregan las fuerzas armadas de EE.UU.

Augusta Chiwy, que tenía nacionalidad del Congo belga, recibió la condecoración de manos del embajador de EE.UU. en Bélgica, Howard Gutman.

Gutman dijo que el retraso de 67 años en la entrega de la distinción se explica porque se creía que Chiwy murió durante los combates.

Chiwy fue voluntaria en una enfermería de la ciudad asediada de Bastogne, en la Batalla de las Ardenas.

Durante aquel ataque de una semana a la ciudad, en diciembre de 1944, un solo doctor atendía a los soldados estadounidenses heridos.

Se estima que unos 80.000 soldados estadounidenses y el doble de alemanes murieron durante aquella batalla, la última gran confrontación en el Frente Occidental entre aliados y nazis.

El Salvador ingresa en la Segunda Guerra Mundial

Hace 70 años, el imperio japonés lanzó un contundente ataque aeronaval contra la base estadounidense de Pearl Harbor, en Hawaii. Más de 2,400 norteamericanos murieron en el ataque. Al día siguiente, El Salvador entraría en la II Guerra Mundial del lado de Estados Unidos y el resto de aliados contra las potencias del Eje.

Como era su costumbre, aquella mañana el presidente de El Salvador, general Maximiliano Hernández Martínez, se levantó temprano. Un pensamiento se había posesionado de su mente desde el día anterior y debía tomar una decisión trascendental al respecto. Por ello, la primera cita de trabajo la tuvo con su inseparable péndulo del bien y del mal, que lo ayudaba no solo a decidir si los alimentos que iba a ingerir le eran propicios o no, sino que también contribuía para que su espíritu supiera los designios que le deparaban las fuerzas del Universo a él, un ferviente creyente de la teosofía y la masonería.

Cuando el péndulo terminó de oscilar entre sus manos, la decisión estaba tomada. Era poco antes del mediodía del lunes 8 de diciembre de 1941. Veinticuatro horas antes, la aviación japonesa había atacado la base hawaiana de Pearl Harbor y había obligado a los Estados Unidos a entrar de lleno en la Segunda Guerra Mundial. El Salvador también le declararía la guerra al Mikado japonés y, con ello, casi de forma automática a las otras dos potencias del Eje Berlín-Roma-Tokio: la Alemania nazi del Führer Adolf Hitler y la Italia fascista de Il Duce Benito Mussolini.

los antecedentes

Hasta ese día, el régimen y pueblo salvadoreños eran simpatizantes de las potencias del Eje. Admiraban la enorme capacidad tecnológica militar de los alemanes –manifiestas en los automóviles Volkswagen, las pistolas Luger y los bigotes “estilo mosca”, copiados del de Hitler-, la fastuosidad milenaria de la corte imperial japonesa, la oratoria vibrante del caudillo germano y la presencia pública de Mussolini.

Además de ello, ya antes se había dado otro tipo de contactos con esas potencias.

De hecho, en 1928, Japón le había propuesto a El Salvador la fundación de una base para naves comerciales y de guerra, en el estratégico Golfo de Fonseca. Pero el proyecto de ese tratado se quedó en letras y papeles, por lo que su original redactado en lengua castellana pasó a estar guardado por las siguientes décadas en una carpeta polvorienta dentro del archivo de la Cancillería salvadoreña.

Con Japón y China se había protagonizado un episodio de gran importancia para la historia diplomática salvadoreña, cuando, el 3 de marzo de 1934, se reconoció al imperio de Manchukuo (1931-1945), creado por las tropas japonesas de invasión en Manchuria, región continental de China ahora llamada Tung-mei, "el Noroeste". El episodio de Manchukuo representó una honda conmoción y censura mundiales para El Salvador, aparte de un artículo en el diario japonés “The Asahi”, un sesudo estudio (1935) del abogado salvadoreño doctor Ramón López Jiménez y una fugaz cita en la premiada película de Bernardo Bertolucci, “El último emperador” (1987).

Por su parte, tal situación diplomática permitió que, en agosto de 1938, el emperador Henry Pu Yi les otorgara sendas medallas de reconocimiento al general Hernández Martínez, al periodista y fabulista León Sigüenza –entonces cónsul general en Tokio- y a los doctores Miguel Ángel Araujo y Arturo Ramón Ávila, quienes por esas fechas fungían como ministro y subsecretario de Relaciones Exteriores de El Salvador.

En cuanto a Alemania e Italia, baste decir que muchos asesores militares y financieros del régimen martinista procedían de ambos países. Il Duce Mussolini hasta había llegado a designar a El Salvador como la base de distribución latinoamericana de aviones Caproni, a cambio de envíos periódicos de café. El encargado de esta operación sería el mayor salvadoreño Julio Sosa, a quien Hernández Martínez se encargaría de enviar al paredón de fusilamiento tras la frustrada intentona golpista del 2 de abril de 1944.

Tampoco la ideología antisemita de los nazis era desconocida en El Salvador. No solo se leía “Mein Kampf” (“Mi lucha”), el libro contra los judíos redactado por el fogoso Hitler mientras estuvo en prisión, sino que también, en diciembre de 1938, los periódicos alertaban a la población acerca de que entre cuatro mil y cincuenta mil judíos pretendían viajar a Centro América, para establecerse con millones de dólares en Honduras.

Por si esto no fuera suficiente, algunos periodistas daban el grito al cielo por el problema judío que se había desatado ya en Costa Rica. Como resultado, en agosto de 1939 se le impidió desembarcar en La Libertad a un grupo de 17 israelitas y en enero de 1940 solo se les extendía permisos temporales de tránsito por el territorio nacional. En el ámbito internacional, en 1938 el régimen salvadoreño prohibió que las embajadas y consulados en Europa extendieran documentación diplomática alguna a personas o familias judías.

Nada de eso era extraño, sino que todo era muy acorde con la política migratoria de un pequeño país que había sido capaz de escribir, en un acápite de su Ley de Extranjería vigente, que había restricciones para el ingreso de chinos, negros, árabes y personas de otras nacionalidades, algunas consideradas perniciosas, en momentos en los cuales las propias mujeres salvadoreñas carecían de nacionalidad y de derechos ciudadanos.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Japón se disculpa por maltrato a prisioneros canadienses en II Guerra Mundial

El Gobierno canadiense dijo hoy que Japón se disculpó oficialmente por el maltrato que sufrieron los soldados canadienses capturados en Hong Kong durante la Segunda Guerra Mundial.

Un total de 493 canadienses fueron capturados por las tropas japonesas en diciembre de 1941, tras la toma de Hong Kong, y enviados a campos de prisioneros en China y Japón.

Al final de la guerra, en agosto de 1945, sólo 226 sobrevivieron a años de trabajos forzados en minas y factorías así como a los maltratos físicos.

Otros 290 soldados canadienses murieron durante el asedio al entonces territorio británico de Hong Kong.

El ministro de Asuntos de Veteranos de Canadá, Steven Blaney, dijo a través de un comunicado que las disculpas japonesas "son un paso crucial en la reconciliación y un hito significativo en las vidas de todos los prisioneros de guerra. Reconoce sus sufrimientos a la vez que honra su sacrificio y coraje".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, John Baird, señaló: "las disculpas de hoy ayudarán a curar las heridas a medida que nuestros dos grandes países avanzan".

miércoles, 7 de diciembre de 2011

70 años después... ¿cuánto sabes de Pearl Harbour?

Tal día como hoy, 7 de diciembre, hace exactamente 70 años, es decir, en 1941, se produjo el ataque por parte de la marina japonesa a la base norteamericana en Pearl Harbour.

Para conmemorar esta efeméride os invito a realizar un curioso test de 10 preguntas cuyo enlace os deja acontinuación.

HACER TEST.

Si queréis podéis dejar en forma de comentario vuestro resultado. Para abrir fuego os diré que yo ya lo he hecho y he acertado 8/10... que no está nada mal :)

domingo, 4 de diciembre de 2011

Evacuación masiva en Alemania por una bomba de la II Guerra Mundial

Los fantasmas de la II Guerra Mundial han vuelto a acechar esta semana a los habitantes de la ciudad alemana de Koblenz, 66 años después del término de aquella conflagración.

Una bomba británica de 1,8 toneladas que fue lanzada por la aviación británica emergió en el río Rin después de que el nivel del agua bajara a causa de la sequía.

Unos 45.000 vecinos, casi la mitad de la población, comenzaron a ser evacuados de Koblenz el sábado por las autoridades, que esperan detonar la bomba a primeras horas del domingo.

clic Lea: Evacuación en Caen por bomba de 1944

Todos los residentes en un perímetro de dos kilómetros han recibido la orden de desalojo.

Se trata de la mayor evacuación por una desactivación controlada desde que acabó la II Guerra Mundial.

En febrero de 2010, unas 20.000 personas fueron evacuadas en la ciudad francesa de Caen, en Baja Normandía, durante la desactivación de una bomba aliada de la Segunda Guerra Mundial, que cayó en la ciudad tras el desembarco de Normandia.

En Koblenz, los vecinos aún están asimilando la noticia de que durante décadas han estado viviendo cerca de una gran bomba.

"Es extraño saber que una bomba ha estado ahí todos estos años", dijo a la BBC uno de ellos. "Le agradecemos a Dios que no haya pasado nada. Y ahora por supuesto, esperamos que vaya todo bien mañana (domingo)".

clic Lea: Disparan ametralladoras de la II Guerra Mundial tras 70 años perdidas

Refugios

Las autoridades alemanas informaron que siete centros de ancianos, dos hospitales y una prisión tendrán también que ser evacuados.

Los que no tienen adonde ir pueden encontrar alojamiento en escuelas convertidas en refugios con unas 12.000 camas.

La bomba ha sido cercada con sacos de arena. Este domingo, será drenada el agua que la circunda y a continuación comenzará la desactivación, que está prevista que ocurra alrededor de las 15.00 hora local (14.00 GMT).

El domingo, todas las conexiones por carretera y ferrocarril a Koblenz serán suspendidas. Los trenes no pararán en la principal estación desde las 08.00 hora local.

El ayuntamiento ha distribuido folletos desde el martes, en los que recomienda a los vecinos que protejan sus casas con el cierre de persianas.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tom Hanks en el auge de la Alemania nazi con la adaptación de El Jardín de las Bestias

La novela El jardín de las bestias se ambienta en la Alemania del año 1933, y se centra en la figura del embajador de los Estados Unidos en Alemania, William E Dodd. Su díscola hija Martha mantiene relaciones con un oficial de la Gestapo -la policía militar del régimen Nazi- pero además también entabló un triángulo amoroso con un activista comunista. El embajador y su familia disfrutan de las bondades de la alta sociedad alemana, pero poco a poco van comprobando el modo de proceder de los Nazis, y de Hitler en particular. Viviendo de cerca uno de los momentos más convulsos del alzamiento nazi al poder absoluto, con la denominada "noche de los cuchillos largos", en la cual Hitler purgó su propio partido y entorno político de cualquiera que pudiera hacerle frente hacia su escalada de locura destructiva que convulsionó el planeta durante las siguientes décadas.

Como vemos, se trata de una historia sumamente atractiva, que bien llevada (como se espera que Tom Hanks pueda hacer), podría reportar muchas alegrías en las próximas temporadas.

Además de encargarse de la producción, podría ser un nuevo e interesante papel para Tom Hanks.

La temática de la Segunda Guerra Mundial apasiona a Tom Hanks. Como podemos ver en su papel protagonista en Salvar al Soldado Ryan. O su reciente éxito televisivo con The Pacific. Ahora adentrándose en la antesala de la cruenta contienda bélica.

Por ahora no hay fecha para El Jardín de las Bestias, pero podría quedar encuadrada en la primavera de 2013.

martes, 22 de noviembre de 2011

Marcel Petiot, el médico asesino de la Segunda Guerra Mundial

En el París ocupado por los nazis en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, no era extraña la repentina desaparición de muchísimas personas de la noche a la mañana.

Los judíos estaban perseguidos, los miembros de la resistencia francesa debían esconderse… muchos eran los motivos por los que las personas se esfumaban y a nadie le extrañaba tal desaparición, por lo que, en la mayoría de los casos, no fue denunciada ante las autoridades.
Pero tras la tragedia de la SGM se escondía una tenebrosa y escalofriante historia protagonizada Marcel Petiot. El respetado médico era en realidad un asesino en serie que actuaba por la noche y al que se le imputaron un número incalculable de crímenes.
El 11 de marzo de 1941, los bomberos y la policía fueron avisados debido al humo negro que provenía de uno de los pisos de un lujoso edificio situado en un elegante barrio parisino. Allí se encontraron partes de cuerpos mutilados que estaban esparcidos por todas las habitaciones, mientras otros estaban siendo quemados.
La vivienda pertenecía al respetable y admirado Dr. Petiot, una persona ajena a cualquier sospecha y que hasta entonces había llevado una vida ejemplar. Al ser interrogado por la policía, el médico dijo orgulloso, que dichos cuerpos desmembrados pertenecían a soldados alemanes que habían colaborado con los nazis. Pero no era así, los cadáveres correspondían a personas del otro bando.
Algo ocurrió en la mente de Marcel Petiot durante la guerra para que éste tomase la determinación de acabar con la vida de todas esas personas. El número jamás se conoció, ya que en su vivienda hallaron los restos de casi una treintena, pero se calculó que los crímenes cometidos superaron, muy posiblemente, el centenar.
Era un hombre sumamente inteligente, amable, encantador y con un excelente "savoir faire" en su trato con los demás, lo que le concedía ventaja para ganarse rápida y fácilmente la confianza de sus víctimas.
Una de las artimañas que utilizaba para engañarlos era hacerse pasar por miembro de la resistencia. Atraía fácilmente a aquellos que por algún motivo u otro debían huir del país. Peitot les decía que podrían escapar hacia América del Sur a cambio de un pago. Una vez hecho el trato con la víctima, la convencía para que escribiera una carta a sus familiares, diciéndoles que estaba bien y que regresaría en cuanto volviese la normalidad.
Era un plan perfecto, ya que nadie echaría de menos a esas personas, y si alguna vez se llegaran a plantear donde estaban, pensarían que acabaron en la cámara de gas de los nazis.
El 25 de mayo de 1946, Marcel Petiot fue ejecutado en la guillotina.

lunes, 21 de noviembre de 2011

La Abadía de Westminster y la Segunda Guerra Mundial

La Abadía de Westminster es prácticamente un símbolo nacional de Inglaterra. Y por supuesto que al entrar Inglaterra a la Segunda Guerra Mundial, la Abadía sufrió tanto peligro como todo el resto de la nación. Después de todo, era la primera guerra que Inglaterra afrontaba contra un enemigo provisto de abundante poder aeronáutico, y de hecho fue la primera vez que Inglaterra sufrió bombardeos aéreos en la mismísima isla.

El 3 de septiembre de 1940, se celebró un servicio religioso en la Abadía en conmemoración del primer aniversario de la declaración de guerra contra el Tercer Reich. En cada asiento se dejó una tarjeta informando a los asistentes que en caso de sonar las sirenas por ataque aéreo, éstos deberían retirarse (y esto es un detalle muy inglés) "con el apresuramiento más reverente posible". Las sirenas comenzaron a sonar justamente cuando llegaba el Primer Ministro, Winston Churchill, a la ceremonia, pero éste, luego de un breve y privado intercambio con el Deán, ordenó proseguir, y la ceremonia se realizó sin otros contratiempos.

De hecho, por alguna razón o acaso por pura suerte, la Abadía de Westminster se las arregló para sobrevivir lo más bien a la horrible blitz de aviones que sembraron el horror en el Londres de la guerra. Aunque la gente relacionada con la misma fue movilizada para la guerra, en el Cuerpo de Protección Antiaérea, haciendo guardia contra ataques aéreos y ayudando a paliar los efectos de las bombas incendiarias. Sin embargo, el 10 de Julio de 1941, una de las bombas sí consiguió hacer impacto. Y aún así, el ángel guardián de la Abadía trabajó horas extras. Alan Don, que fue Deán de Westminster entre 1946 y 1959 y en calidad de tal le tocó coronar a Isabel II, y que en 1941 era canónigo en el lugar, recordó: "A la mañana siguiente encontré todo anegado y un gran agujero en la techumbre. Fue el único día de la guerra en que los oficios matinales se suspendieron". En toda la guerra, una y nada más que una sola bomba le dio a la Abadía, y esta única ni siquiera explotó...

Con todo, por mucha importancia que tuviera, la Abadía tenía que competir con numerosos otros edificios en el Londres derruido. Las obras para la reparación definitiva comenzaron apenas en 1953, gracias a una campaña que consiguió reunir un millón de libras esterlinas. En ese mismo año, en la Abadía, fue coronada Isabel II, la actual reina de Inglaterra al momento de escribir estas líneas.

Fuente| Siglos Curiosos

jueves, 10 de noviembre de 2011

Aerle desvela la red de espionaje en León durante la II Guerra Mundial


La trama de espionaje producida durante la Segunda Guerra Mundial en España, con León como uno de los principales escenarios, ha salido a la luz de la mano de la Asociación de Estudios sobre la Represión en León, Aerle, con el libro publicado recientemente bajo el título «Una alternativa al desembarco de Normandía en España. La trama de espionaje organizada por la Embajada Inglesa».

Así, a lo largo de 437 páginas, Aerle revela toda la documentación procedente del Archivo Militar de El Ferrol donde se desvelan los detalles de «una posible alternativa española al desembarco de Normandía».

En este aspecto, y como principal líder aparece el leonés Lorenzo Sanmiguel, que durante diez meses se convirtió en uno de los quebraderos de cabeza del Franquismo, al conformar bajo sus órdenes a un grupo de agentes que burlaron la seguridad del equipo de Franco durante los años de la Segunda Guerra Mundial.

Propaganda subversiva. Sanmiguel regresó a Astorga, procedente de México, como voluntario en el Regimiento de Infantería, aunque pocos meses después fue detenido y procesado por distribuir hojas de propaganda «subversiva» en cuartel.

No obstante, y tras pasar un tiempo en los calabozos, logró fugarse para afincarse en Gijón, donde se escondió en el domicilio de su padre hasta el 5 de febrero de 1941.

Cinco meses después consiguió pasar la frontera portuguesa de forma clandestina, donde visitó diversas embajadas para informar de su posición en beneficio de la «causa roja», aunque tuvo que regresar a España puesto que la Policía Internacional lo buscaba.

Fue en ese momento cuando se dedicó a reclutar a un total de 36 personas, elegidas por recomendación, por ser parte de su familia o afines a su ideología política.

Juan Martínez, pues así se hizo llamar Sanmiguel durante cierto tiempo para ocultar su verdadera identidad, se convirtió en el líder de esta red de espionaje basada en proporcionar información sobre el sistema militar defensivo español en las costas y puertos del norte así como la localización de la vigilancia, emplazamientos, obras fortificadas, aeródromos, distribución del armamento, datos del comercio de exportación español o la situación alimenticia con los artículos que escaseaban o el sistema de racionamiento.

La labor de Sanmiguel se fundamentaba en confeccionar informes con todos los datos anteriores para que una persona enviada desde Madrid lo recogiera en León dos veces al mes.

Oleada de detenciones. Finalmente Lorenzo Sanmiguel fue capturado y asesinado el 20 de octubre de 1943 en la calle Condesa de Sagasta, en la capital leonesa, lo que desencadenó una oleada de detenciones: 56 personas fueron procesadas, 12 absueltas, cuatro fueron condenadas a pena de muerte y el resto a diferentes penas teniendo en cuenta su implicación en la red de espionaje. No obstante, fue imposible localizar a dos de las personas más involucradas.

viernes, 4 de noviembre de 2011

"El último paso" y los héroes del pueblo llano de la Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial no se libró únicamente entre soldados en los campos de batalla. En ella también jugó un papel fundamental el pueblo llano, de donde surgieron héroes como los del documental "El último paso", centrado en Comète, una de las mayores redes de evasión de Europa.

Entre 1941 y 1944, desde Bélgica a España, hasta cerca de 3.000 ciudadanos de toda clase y condición pusieron en riesgo sus vidas para formar un entramado clandestino con el que, apoyados por el gobierno británico, ayudaron a regresar a Inglaterra a más de 700 fugitivos, muchos de ellos, pilotos abatidos del ejército inglés.

A través de declaraciones de implicados en aquella red y de sus familiares, las directoras vascas Iurre Tellería y Enara Goikoetxea reconstruyen la historia de la red Comète, en un documental que se estrenará en España el 11 de noviembre y que fue proyectado en el pasado Festival de Cine de San Sebastián.

"El último paso", título que hace referencia a España, donde finalizaba esta red, parte de un hecho concreto acaecido hace más de 60 años en un caserío de los Pirineos, donde seis personas procedentes de cinco países diferentes fueron detenidas por los alemanes.

Siguiendo el hilo de estas personas, entre las que se encontraba el aviador inglés Stanley Hope, el filme descubre al espectador que todas ellas estaban implicadas en esa amplia red, fundada en 1941 por un pequeño grupo de jóvenes belgas, que ayudaba a fugitivos a llegar hasta Gibraltar, desde donde partían a Gran Bretaña.

Hope, de 95 años de edad, ha estado hoy en Madrid, donde ha manifestado la emoción que le supone regresar a España, revivir aquel episodio de su vida y recordar a las personas que le ayudaron, las cuales, sin embargo, no pudieron evitar que cayera preso de los alemanes.

Con este filme, el veterano combatiente, que pudo regresar a su país una vez finalizada la guerra, espera que cambie la impresión generalizada de que los alemanes encontraron poca resistencia en los territorios europeos que ocuparon, donde, ha remarcado, "hubo gente maravillosa que arriesgó su vida" por aquello que creían justo.

El exaviador británico desconoce si los miembros de Comète participaron en la red por motivos políticos o humanitarios, pero es algo que no le preocupa, ya que "lo importante es que había muchísima gente" dispuesta a ayudar, lo que le merece una gratitud que no puede definir con palabras.

Para Hope, es muy difícil resumir una etapa de su vida en la que apenas tuvo control de la misma, ya que se dejó llevar por los acontecimientos y por aquellos que le cuidaron, gracias a quienes conserva "un gran recuerdo" del tiempo que pasó escondido en Bruselas.

Tellería ha confesado que, "en un principio, la intención era contar algo muy local", centrado en los Pirineos, pero, a medida que las dos directoras investigaron sobre la red Comète, se dieron cuenta de la envergadura de la historia que tenían entre manos y buscaron una mayor financiación.

Así, el filme se convirtió en una coproducción belgoespañola y francesa, nacida de un largo proceso de investigación iniciado en 2005, cuyas impulsoras esperan que no se quede únicamente en este documental.

Por ello, a través de la página web del filme, Tellería y Goikoetxea seguirán aportando información sobre la red Comète a partir de descubrimientos posteriores, y todo aquello que quedó descartado del montaje final.

Para hacer más digerible su visionado, el documental se apoya en diversas dramatizaciones, en una decisión narrativa "muy complicada", como ha confesado Goikoetxea, con la que buscan "transportar al espectador a esa época y conseguir una mayor inmersión".

Por último, Goikoetxea lamenta no haber podido profundizar en lo relacionado con la estancia de los fugitivos en España hasta su llegada a Gibraltar, ya que tenían "muchas historias pero no podían ser contrastadas, y en un documental -dice- hay que estar muy seguro de lo que se cuenta".

martes, 1 de noviembre de 2011

La II Guerra Moral

Un soldado sale de la trinchera donde sobrevive con un frío espantoso, le corta las piernas a un cadáver que yace allí cerca, las descongela al fuego y les quita las botas que están en mejores condiciones que las suyas; luego, para no volver a salir en busca de leña, alimenta el fuego con las piernas. No es una escena de la última entrega de 'Saw'. Ocurrió realmente en la Segunda Guerra Mundial, y el soldado (alemán) lo registró en su diario, añadiendo que jamás pensó que llegaría a hacer una cosa semejante.

Y ahora lo cuenta el historiador británico Michael Burleigh, que acaba de publicar un denso trabajo ('Combate moral', Taurus) sobre los horrores y, sobre todo, las delicadas cuestiones morales que se plantearon en esa guerra. No ya la inmoralidad del nazismo, bien conocida, con su violación de las leyes de guerra y su proyecto de exterminio de toda una comunidad. Sino los espinosos dilemas morales que tuvieron que afrontar las democracias: desde la alianza con un sistema tan repulsivo y criminal como el de Stalin al lanzamiento de la bomba atómica, pasando por cuestiones como el apaciguamiento o la colaboración, el modo en que se ejerció la resistencia, el bombardeo de ciudades, las operaciones irregulares, el trabajo en los campos de concentración, hasta los propios juicios de Nuremberg a los jerarcas nazis.

De todo eso trata el libro más reciente de Michael Burleigh. Todas esas cuestiones fueron otros tantos escollos que tuvieron que salvar los aliados para derrotar a un enemigo que, dice el historiador, constituía una amenaza existencial para el espíritu humano en general. "Los nazis trataron fundamentalmente de alterar el entendimiento moral de la humanidad". Y "la evocación de los crímenes nazis remueve una herida colectiva en las sociedades occidentales".

Burleigh analiza uno por uno todos esos asuntos y, sin ahorrar algunas críticas, concluye que los eventuales males menores fueron necesarios para vencer a lo que se parecía mucho al mal absoluto. Se pudo entender la política de apaciguamiento hacia Hitler antes de la guerra por el recuerdo de los horrores de la Primera Guerra Mundial, pero es evidente que se trató de una política errónea. Los bombardeos sobre ciudades alemanas fueron terribles, pero eran la única manera que tenía Gran Bretaña de devolver el golpe a Alemania. Las operaciones irregulares muestran puntos oscuros, pero no pueden ser calificadas de terrorismo.

Lo cierto es que la propia dinámica de la guerra, con su sucesión de horrores, hizo que el listón de la tolerancia se fuera elevando progresivamente. No sólo entre los soldados, como el citado más arriba. Churchill, que tomó la decisión de bombardear barcos franceses anclados en Orán (con el resultado de 1.300 marineros franceses muertos) para evitar que cayeran en manos alemanas, expresó con claridad la situación: "No sería justo ni racional que la potencia agresora obtuviese ventajas pisoteando todas las leyes y ocultándose tras el respeto innato por la ley de sus adversarios. Debemos guiarnos por la humanidad antes que por la legalidad".

Churchill, ya se sabe, se hubiera aliado con el diablo para derrotar a Hitler; y Stalin, le parece a Burleigh, tenía algo diabólico incluso físicamente, con sus ojos amarillos y su falsa e inquietante sonrisa.

Otro gran dilema moral fue el de los judíos que se vieron obligados a trabajar para los nazis en contra de su propia gente, los que formaron los llamados Consejos de Ancianos, impuestos por los alemanes. Burleigh señala que no se les puede considerar voluntarios; obedecieron y ayudaron a unos nazis que tenían poder absoluto sobre ellos. Otros fueron más allá: se negaron y fueron fusilados por los nazis, o se suicidaron, o se quitaron los brazaletes y se unieron en silencio a los deportados. Hubo horror, pero también esas muestras de grandeza humana.

Hubo, incluso, alemanes que protestaron por los asesinatos; o que ayudaron a los judíos, llegando a pagar con su vida; además del famoso Schindler ("ese enigma humano", dice Burleigh), hubo otros rescatadores, "gente que, en un breve instante, tomaba determinadas decisiones que la humanidad admira con razón". Pero "los rescates fueron estadísticamente insignificantes en el marco de un relato sombrío y catastrófico del que no se desprende ningún mensaje redentor... la bondad humana no triunfó al final", concluye Burleigh.

jueves, 27 de octubre de 2011

Roland Freisler. Probablemente el peor juez de la historia.

¿Te imaginas que, antes de la vista oral en la que te juegas una más que segura condena a muerte, el juez te ordena que te quites el cinturón para que durante la misma se te caigan los pantalones y seas el hazmerreír de la sala? Bien, pues este era el más benévolo de los preceptos del ‘método sumarial Freisner’, el oxímoron de la disciplina judicial. Roland Freisler, su creador, fue el peor juez en la peor época posible. Presidente del Tribunal Popular de la Alemania nazi. Este era su modelo idílico de justicia.


Nada más ganar las elecciones en 1933, el ‘insigne’ Adolf Hitler vació el aparato judicial no afín al régimen y deconstruyó todo el estado de derecho cargándose la federación judicial; rellenando los huecos con grandes dosis de ‘vitamina aria’. Lo más curioso de la meteórica carrera de Roland Freisler, es que no contaba con las simpatías del Führer por su pasado bolchevique. El señor Freisler había abrazado el marxismo durante su cautiverio ruso en la primera guerra mundial. Le llamaban ‘El Comunista’. Es quizás esta muesca de su pasado ideológico la que construyó su agrio temperamento a la cabeza de la justicia nazi. Como queriendo dar prueba constante de su adhesión pública al régimen más extremista.

Apadrinado por el santo Goebbels fue recomendado como cabeza del Ministerio Prusiano de Justicia del Reich y con las reticencias del gran dictador accedió al cargo en 1933. La campaña de propaganda tenía ahora su mejor estilete.

Roland y su mecanismo para crear jurisprudencia

Todos los juicios de Freisler eran una pantomima al servicio de la propaganda de la ‘Solución Final’, el exterminio de los judíos. Su única misión era embrutecer la aplicación de la doctrina nazi contra los traidores al estado Nacional-Socialista para prevenir a futuros infractores, hasta tal punto que el sector más moderado del partido criticó una y otra vez sus métodos. Para ello creó en 1934 el temido tribunal popular Volksgerichtshof, órgano judicial del partido con más de 200 jueces inquisidores a su servicio y con más de 5000 ejecuciones sumarias a sus espaldas.

El tribunal repartía condenas de muerte por delitos de ofensa al régimen, como escuchar radios extranjeras o criticar al Führer incluso en círculos privados; basándose siempre en el “Decreto contra los parásitos nacionales” documento redactado por el mismo Freisler e incluyendo en él los atenuantes raciales y biológicos. El 90% de sus sentencias eran a muerte.

Uno de sus nuevos instrumentos jurídicos ‘inventados’ por Freiser fue el ‘decreto contra criminales juveniles precoces’ que incluían la pena de muerte a menores de edad que repartían, como Boy Scouts, panfletos antibélicos por la capital. Así fueron sentenciados Helmuth Hübener y 71 niños más.

Durante el juicio al Mariscal de Campo Von Witzleben, uno de los responsables del atentado fallido a Hitler, buscó la humillación constante impidiendo al acusado declarar con su dentadura postiza amén de sin el consabido cinturón (ver vídeo). Fue condenado ese mismo día y ahorcado desnudo con una cuerda de piano en en la prisión de Plötzensee. Más tarde y por orden expresa de Freisler se recuperarían viejos modelo de ajusticiamiento; como la guillotina utilizada para la ejecución de los jóvenes de la organización disidente “Rosa Blanca”





Otro de los documentos que quedan para la historia del ‘método Freisler’ es el vídeo del juicio al Ulrich Wilhelm Graf Schwerin von Schwanenfeld, perteneciente a la resistencia alemana y responsable también del complot para matar a Hitler. Basta ver el documento y leer la transcripción para entender el grado de humillación y sometimiento que exigía para con el sistema. Hasta los ingenieros de sonido tenían problemas con el micrófono debido a la vehemencia vocal del juez. Vean el vídeo:



Schwerin: “yo habría guardado silencio a pesar de los numerosos asesinatos…”

Freisler: (gritando) “¿asesinatos?”

Schwerin: “… tanto dentro como fuera de Alemania”

Freisler: “¡es usted un canalla miserable!. ¿Se arruga usted ante la chusma?. ¡Sí o no!, ¿se arruga usted ante ella?”

Schwerin: “Señor Presidente…”

Freisler: “¿Sí o no?; ¡quiero una respuesta clara!”

Schwerin: “No”

Freisler: “¡No; efectivamente, usted ya no puede arrugarse más porque usted no representa más que un montón de miseria que no tiene la más mínima dignidad!”.

Durante una vista oral en Berlín, el 3 de febrero de 1945, el juez Freisler recibió una intimidación por parte del procesado, el teniente Fabian von Schlabrendorff. El juez acusó al teniente de “perpretador” y que si de él dependiera… “lo fusilaría y lo mandaría directo al infierno“, a lo que el teniente le replicó que “con sumo gusto le cedía el paso”. Minutos después una bomba destruía la audiencia. Tras el polvo, confusión y desalojo se encontró al juez, fiscal y benefactor de la ‘ecuanimidad’ nazi, muerto bajo una columna dórica y con el expediente Schlabrendorff aún en la mano. Hitler ordenó que no se rindieran funerales de estado. Para él siempre sería “El comunista”

miércoles, 19 de octubre de 2011

Arte de campamento de concentración nazi en el museo de Auschwitz


Fotos de 20 dibujos y otros artefactos clandestinos realizados por los reclusos en los campamentos de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial se exhiben en el museo de Auschwitz y viajarán luego a Estados Unidos, dijo el martes un funcionario.

Un vocero del museo, Pawel Sawicki, dijo que la exhibición "Arte prohibida" está ubicada en el antiguo campamento de exterminio de Auschwitz I, en lo que fueron los baños, parte del conjunto Auschwitz-Birkenau.

Grandes fotos a color muestran dibujos y esculturas hechas por los internos de Auschwitz, Buchenwald y Ravensbrueck, los campamentos de concentración organizados por los nazis.

Más de un millón de personas, en su mayor parte judías, murieron en Auschwitz, un campamento regentado por los nazis en Polonia de 1940 a 1945. En Ravensbrueck, al norte de Alemania, la mayor parte de los 130.000 recluidos de toda Europa eran polacos. Apenas sobrevivieron 32.000. Al parecer unos 56.000 internados murieron en Buchenwald, en el centro de Alemania.

Los dibujos muestran la suerte de los reclusos, escenas de la vida cotidiana y retratos. Incluyen además parte de los cuentos de hadas que algunos reclusos escribieron para sus hijos que dejaron atrás, dijo Sawicki.

Otros objetos son un figurín de madera y un brazalete de metal con escenas de Auschwitz, encontrado cerca de un crematorio en Birkenau, poco después de ser liberado por el ejército soviético en enero de 1945, y un crucifijo procedente de un campamento de mujeres en Ravensbrueck.

Cada foto va acompañada por una breve descripción y algunas con unos pocos datos biográficos del artista.

"El arte era la fuga de los internos de la brutal realidad", dijo Sawicki.

Los objetos son mostrados en fotos para permitir mayor movilidad de exhibición y proteger los originales.

"Las fotos de alta calidad son un compromiso que nos permite contar la historia de estos objetos de arte sin exponerlos al peligro y estrés de largos viajes", dijo Sawicki. "Será una exhibición itinerante".

La exhibición durará hasta noviembre, cuando viajará a Washington y Detroit. Los originales siguen almacenados en Auschwitz.

lunes, 17 de octubre de 2011

"Hemos hallado al piloto que derribó a Saint-Exupéry"

Al piloto alemán que derribó el avión de su tío abuelo, Antoine de Saint-Exupéry, le han acusado de falsario. ¿Qué últimas noticias tienen ustedes de esa revelación?

-Cada año hay un nuevo descubrimiento; hemos hallado al piloto alemán que abatió el avión de Saint-Exupéry, y hablado con él.

-¿Cómo han contactado con él?

-Secretamente. Un tío mío, que tiene más o menos la misma edad que el piloto alemán, lo ha encontrado y se ha entrevistado con él. Ha sido un encuentro muy simbólico entre dos soldados de la Segunda Guerra Mundial.

Horst Rippert se llama el piloto alemán que aseguró haber derribado el avión de Antoine de Saint-Exupéry en el tardoverano de 1944. Rippert, de niño, se aventuraba en la lectura de Saint-Exupéry y se dedicó a la aviación por él, deslumbrado por el coraje del autor. Leer a Saint-Exupéry le llevó a aprender a volar... y a derribar a su héroe.

-Parece una historia sacada de uno de los maravillosos relatos de Saint-Exupéry.

-Este hombre, a sus 88 años, tuvo la valentía de contar esta historia, algo que no le debe haber dejado dormir muchas noches. Hizo su trabajo y no sabía quién pilotaba el otro avión.

-Aviador, pensador, filósofo... ¿qué fue en realidad Antoine de Saint Exupéry?

-Un humanista; es el mensaje de «El Principito».


El resto de la entrevista no guarda relación con ningún aspecto de la Segunda Guerra Mundial, aún así no deja de ser bastante interesante. Podéis leerla al completo AQUÍ.

jueves, 13 de octubre de 2011

Subastan en 14.000 dólares carta de Einstein sobre el "peligro" nazi

Una carta de Albert Einstein de 1939, advirtiendo del "calamitoso peligro" de los nazis para los judíos en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, fue rematada el martes en Estados Unidos en casi 14.000 dólares, el doble de lo estimado, informó la casa de subastas.

El físico ganador del Premio Nobel escribió a un empresario de Nueva York, Hyman Zinn, alabándolo por ayudar a los refugiados judíos que huían de la persecución en la Alemania de Adolf Hitler.

"Debe ser una fuente de profunda satisfacción para usted estar haciendo una contribución tan importante para rescatar a nuestros perseguidos compañeros judíos de su calamitoso peligro y conduciéndolos hacia un futuro mejor", escribió Einstein.

La carta escrita a máquina, en papel membretado de Einstein de la Universidad de Princeton, con el sobre de correo original y descripta como en "estado muy bueno a excelente", fue vendida por 13.936 dólares, incluyendo la prima del comprador, dijo la casa de subastas Nate D. Sanders.

El precio mínimo de base era de entre 5.000 y 7.000 dólares.

En la carta fechada el 10 de junio de 1939, Einstein, que huyó de Alemania a Estados Unidos cuando Hitler llegó al poder en 1933, decía que los judíos debían ayudarse unos a otros como lo habían hecho por generaciones.

"El poder de la resistencia que ha permitido al pueblo judío sobrevivir durante miles de años se basó en gran medida en la tradición de ayuda mutua", dijo Einstein, autor de la teoría de la relatividad general.

"En estos años de angustia nuestra disposición a ayudarnos los unos a los otros está siendo puesta a prueba de manera especialmente severa. Podemos soportar esta prueba, así como lo hicieron nuestros padres antes que nosotros", escribió.

Y agregó: "No tenemos otro medio de autodefensa más que nuestra solidaridad y nuestro conocimiento de que la causa por la cual estamos sufriendo es una causa trascendental y sagrada".

domingo, 9 de octubre de 2011

Espía leonés al servicio inglés


Fue el 1 de abril de 1939 cuando en España sonaron los últimos bombardeos de la Guerra Civil Española, una contienda que marcó enormemente a un país que quedó totalmente destruido y que, desde ese momento, contó con la figura de Francisco Franco como jefe del Estado. Apenas unos meses más tarde, la ofensiva de Adolf Hitler sobre Polonia provocaba el estallido de la Segunda Guerra Mundial. La España de Franco optó por mantener una postura de aparente neutralidad en este conflicto bélico internacional, en el que se optó por no posicionarse en contra de Alemania e Italia, debido a la afinidad política con estos países y al apoyo recibido por su parte en la guerra española.

En medio de este panorama político internacional, en León se fraguaban los primeros pasos de lo que sería una red de espionaje al servicio de Gran Bretaña. Su núcleo logístico estuvo registrado en diferentes enclaves de la ciudad, donde comenzó la actuación de Lorenzo Sanmiguel Martínez, también conocido con el nombre falso de Juan Martínez Martínez, jefe de esta organización de espionaje.

De antecedentes izquierdistas, ideales comunistas y mala conducta, Lorenzo Sanmiguel regresó a España desde México en 1935, y tras participar como voluntario en el Regimiento de Infantería número 31 de Astorga (León), fue detenido y procesado por sedición, acusado de la distribución de hojas de propaganda subversiva redactadas en el interior del cuartel. Tras el golpe franquista, consiguió escapar y se trasladó a Asturias, donde se ocultó hasta el año 1939.

Fue en ese momento cuando, vestido de mujer, viajó a León para esconderse en el domicilio de sus padres, donde permaneció hasta el año 1941, cuando cruzó clandestinamente la frontera de Portugal para viajar a Lisboa y visitar las Embajadas de Gran Bretaña, México y Cuba e informar de su posición en beneficio de la Causa roja. De nuevo en España, entró en contacto con la Embajada inglesa en Madrid y comenzó a dirigir una red de espionaje en el norte de España.

Contó con 36 agentes y numerosos colaboradores que el jefe de la red reclutaba entre sus familiares y amigos, o bien por recomendaciones. Manejaban información tanto de fuerzas militares, como de enclaves y lugares de interés. Cada agente disponía de una contraseña. La información facilitada incluía distribución de fuerzas, defensa de costas, actos de sabotaje, entre otras muchas materias.

Descubiertos

El 16 de octubre de 1943, un trabajador de la Fábrica de Cañones de Trubia, en Asturias, llamado Libertario García, fue detenido por la Guardia Civil, para quien no había pasado desapercibido el elevado nivel de vida que mantenía. Reconoció que vendía información a un tal Juan Martínez. La investigación llevó a la Guardia Civil a un piso del paseo de la Condesa de Sagasta de León, donde Juan tenía una habitación arrendada.

En el tiroteo que se produjo, Juan Martínez falleció. En su habitación se encontraron armas, dinero, fotografías y planos y una agenda con los nombres de sus 56 colaboradores o agentes. El Consejo de Guerra ordinario se reunió en Oviedo el 16 de marzo de 1944. La sentencia recogió la absolución de doce de los acusados, pero también la pena de muerte para cuatro más y diferentes condenas para el resto. Fue el final del sueño de Lorenzo, que relacionó el triunfo aliado en Europa con la caída de Franco en España.

viernes, 30 de septiembre de 2011

El naufragio con más plata

Los restos de un naufragio con más de 200 toneladas de plata, con un valor aproximado de 180 millones de euros, procedentes del hundimiento de un carguero británico en la Segunda Guerra Mundial, han sido encontrados en el Atlántico. Se trataría de la mayor carga de metal precioso descubierta en el mar.

El SS Gairsoppa, un barco de carga británico hundido en 1941 por un submarino alemán, fue encontrado por la empresa Odyssey Marine. La compañía estadounidense es la misma que sacó del mar el barco español Nuestra Señora de las Mercedes y llevó a Florida el cargamento, donde España y la empresa mantienen un litigio por la propiedad del cargamento de monedas de oro.

En esta ocasión, Oddysey Marine había sido la adjudicataria de las tareas de rescate en un concurso abierto por el Departamento de Transportes del gobierno británico. Según los términos del contrato, la empresa se quedará con el 80% del valor del cargamento.

Torpedeo

Según recordaba ayer la BBC, sólo una persona, de las 85 que formaban la tripulación del avejentado vapor, sobrevivió al ataque del torpedo. El buque intentaba llegar a Irlanda después para terminar un viaje que había iniciado en la India.

El navío se estaba quedando sin combustible y trataba de llegar al puerto irlandés de Galway cuando fue localizado y hundido por el submarino alemán. Dos miembros de la tripulación sobrevivieron en un bote salvavidas y alcanzaron la costa de Cornualles dos semanas después, pero dos de ellos murieron cuando intentaban alcanzar tierra firme.

El pecio del barco, de 125 metros de eslora, fue encontrado este verano a unos 4.700 metros bajo el nivel del mar, a unos 500 kilómetros de la costa irlandesa, pero hasta hace unos días no se pudo confirmar que se trataba del SS Gairsoppa.

jueves, 29 de septiembre de 2011

La Segunda Guerra Mundial, tweet a tweet

Un estudiante de Historia ha abierto una cuenta de Twitter donde narra lo sucedido en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.


"31 de agosto de 1939: Soldados de las SS vestidos de polacos atacan la emisora de radio en Gleiwitz para garantizar un pretexto del ataque alemán a Polonia." Cualquiera que lea este tweet traducido del inglés sabe dónde situarse, en qué época y en qué contexto. La Segunda Guerra Mundial ha comenzado. Alemania invade Polonia y Francia y Reino Unido entran en la contienda.

Esta es la tarea que se ha propuesto el usuario Real Time WWII, un estudiante de Historia británico: retrasmitir tweet a tweet la Segunda Guerra Mundial. A través de su cuenta, va detallando y anecdotizando con fotografías y vídeos lo que sucedía cada trágico día de aquella devastadora guerra que asoló Europa desde 1939 a 1945. Twitter nos vuelve a sorprender y demuestra que, además de hacernos capaces de saber lo que ocurre en la otra punta del mundo, se puede recordar el pasado de una manera sencilla, rápida y actual.

“QUIERO RECORDAR A LA GENTE QUE LUCHÓ EN LA GUERRA”

El Referente ha contactado con el propietario de la cuenta y ha respondido a nuestras preguntas. Se muestra muy sorprendido ante la repercusión que ha tenido su idea en Twitter y le llama la atención de que en las últimas 48 horas, le hayan empezado a seguir tantos españoles.

¿Cómo nace la idea?

Quizás porque ¿tenía demasiado tiempo libre? La idea me vino como una cosa que podía hacer. Imagino que estaba inspirado por @ukwarcabinet. Una vez que tenía la idea en la cabeza, no lo dejé marchar. Tuve que hacerlo con rapidez, ya que estábamos a finales de agosto cuando se me ocurrió la idea. Menos mal que no se me ocurrió en noviembre porque si no hubiese tenido que esperar diez meses hasta el siguiente agosto.

¿Crees que captarás el interés de la sociedad?

Hace dos días te hubiese dicho que quizás no. Ahora, sí. En las últimas 36 horas he pasado de tener 341 followers a más de 6800. Claramente, la gente está interesada. ¿Por qué tantos españoles interesados? Acabo de recibir una petición para traducir mis tweets al castellano.

¿De dónde obtienes toda la información que estás tuiteando?

Es fácil de encontrar. No soy especial, simplemente utilizo libros, páginas web y periódicos archivados. Utilizo cronologías online con bastante frecuencia que, la verdad, son bastante útiles. Relleno lo que me falta con la ayuda de Google y con mis documentos.

¿Trabajas con algún departamento que pueda facilitarte estos datos?

No, sólo soy yo. Posiblemente necesite ayuda en el futuro.

¿Por qué la Segunda Guerra Mundial y no otra?

Es muy importante e interesante y a la gente le importa, aunque están empezando a no hacerlo.

Presta atención a la Primera Guerra Mundial: casi todos los que lucharon en ella han fallecido. Sus historias comienzan a ser remotas, sólo palabras en los libros. Cada vez es más difícil empatizar con ellos. No creo revertir esta tendencia pero lo que intento y trato de hacer es hacer sentir a la gente como se sintió aquella gente durante la Segunda Guerra Mundial.

Lo que sufrió aquella gente nunca debería ser olvidado y no debe recordarse como si algo muy lejanos se tratase. Confío en recordar a mis seguidores las verdaderas personas que vivieron y murieron. No son números ni lápidas. Hay un montón de fotografías que me son de gran ayuda.

sábado, 24 de septiembre de 2011

La Segunda Guerra Mundial se libra en la Huerta de Obispo

Sesenta actores recrearán tres batallas con motivo del aniversario del inicio de la contienda

Las primeras escaramuzas de la ‘guerra relámpago’, el choque de unos paracaidistas británicos contra fuerzas alemanas tras el desembarcado de Normandía y la revuelta de la resistencia polaca contra el invasor nazi en Varsovia se escenificarán este domingo en el recinto de la Huerta del Obispo. Tales representaciones forman parte del proyecto Do Broni, que consiste en la recreación con uniformes, armamento y vehículos de la época. de algunos de los combates librados durante la Segunda Guerra Mundial.


Serán, como se mencionaba antes, los de septiembre de 1939, a partir de las 12:30 horas; de Normandía en 1944, a las 16:30; y de la insurrección de Varsovia también en 1944, a las 18:00. En las reconstrucciones, con entrada libre y gratuita para el público, participarán en torno a 60 ‘actores-reconstructores’ y es la primera vez que se celebra este evento en la Comunidad de Madrid. Las actividades comenzarán a las 11 horas e incluyen un ‘Museo Vivo’, con exhibición de uniformes y armamentos de la contienda, y varias actividades para niños y juegos de mesa de estrategia. También habrá prácticas de tiro de Airsoft para los más pequeños en las que se empleará una réplica de un fusil de repetición de la época.


“Nuestra intención es lúdica e instructiva. Queremos que, a través de estas recreaciones, la gente profundice más en la historia”, explicaba a Punto Radio Henares Alberto Trujillo, presidente de la Asociación Histórico-Cultural Poland First To Fight, que organiza el acontecimiento junto con la Asociación Polónica y el apoyo de la Embajada de Polonia y el Ayuntamiento de Alcalá. Como telón de fondo, el 72 aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, que se desarrolló entre 1939 y 1945 y en la que murieron más de 60 millones de personas.


Asimismo, con motivo de dicha celebración, se llevará a cabo un desfile con 10 de los actores que forman parte del equipo de recreación para anunciar y promocionar el evento entre el público. Uniformados y equipados con las réplicas del armamento, desfilarán este sábado de 19,30 a 20,30 horas por la calle Mayor.

viernes, 23 de septiembre de 2011

El pasado nazi de Hugo Boss

La casa de moda alemana ha pedido disculpas a las personas maltratadas en una fábrica que confeccionaba uniformes durante la Segunda Guerra Mundial, tras revelaciones aparecidas en un nuevo libro financiado por la compañía.

En el nuevo libro de Hugo Boss, el investigador Roman Koester explica cómo la fábrica de ropa de Hugo Ferdinand Boss, en el pueblo sureño de Metzingen, explotó a sus trabajadroes durante la guerra.

Boss se unió al Partido Nacional Socialista en 1931 y recibir órdenes para confeccionar los uniformes del grupo, fue lo que salvó a su fábrica de la bancarrota.

Durante el conflicto bélico, la fábrica utilizó a 140 trabajadores explotados, la mayoría de ellos mujeres. Otros 40 prisioneros de guerra franceses trabajaron para la firma desde octubre de 1940 a abril de 1941.

Hugo Boss, marca que en el pasado fue bautizada como "el sastre de Hitler", dijo que financió la investigación de Koester para añadir "claridad y objetividad a la discusión".

"También queremos expresar su más profunda disculpa a aquellos que sufrieron daños o penurias en la fábrica dirigida por Hugo Ferdinand Boss bajo el régimen nacionalsocialista", expresaron desde Hugo Boss.

El libro se titula Hugo Boss, 1924-1945. A Clothing Factory During the Weimar Republic and Third Reich -Hugo Boss, 1924-1945. Una fábrica de ropa durante la República de Weimar y el Tercer Reich- y ya está a la venta.

martes, 20 de septiembre de 2011

"Red Tails" ... "Colas Rojas"


Proximamente (para principios del 2012) se prevee el estreno de esta película basada en hechos reales. Fue un escuadrón formado en su totalidad por hombres de color, tanto pilotos como personal de apoyo, mecánicos, etc...La película cuenta la historia de este escuadrón y su lucha en la 2ª guerra mundial, pero también tiene un fondo de la lucha racial que mantuvieron en la sociedad que les toco vivir. En un próximo articulo detallaré toda la historia de los Colas Rojas, aquí os dejo el enlace del trailer de la película:



Fuente| Blog de Jesús Reina

lunes, 19 de septiembre de 2011

La victoria que el tiempo relativizó

En coincidencia con los sesenta años del fin de la Segunda Guerra Mundial, una obra del historiadora británico Richard Overy que lleva por título "Por qué ganaron los aliados" se detiene en los cambios radicales que entre 1942 y 1945 propiciaron el triunfo de la sociedad estratégica conformada por Gran Bretaña, Estados Unidos y la ex URSS.

Overy, un prestigioso historiador del III Reich y la Segunda Guerra Mundial, propone un riguroso análisis que abarca la dimensión moral y política de la guerra en torno a cuatro campos de conflicto decisivos para los aliados: la guerra marítima, el frente oriental, la ofensiva aérea y la reconquista de Europa.

En una segunda instancia, el autor se ocupa de otros factores también cruciales como el equilibrio de recursos y la eficacia militar, la construcción del liderazgo y el criterio estratégico, la movilización y los contrastes morales entre los bandos enfrentados.

"Fue un conflicto único, tanto por su escala como por su extensión geográfica. Se movilizaron recursos colosales en inmensas distanciasLos Aliados pensaban que no se trataba de ganar la guerra en una zona de combate concreta, sino que debía ganarse en todos los teatros de operaciones y en todas las armas: por tierra, mar y aire, indica Overy en el libro.

La lucha por la victoria fue, pues, costosa, extensa y, sobre todo, lenta. Las exigencias de la guerra fueron extraordinarias para todos los estados beligerantes de ambos bandos. Todos ellos movilizaron una tercera parte (o más) de sus recursos humanos y dedicaron hasta dos tercios de su economía a satisfacer las necesidades inagotables del frente", agrega.

Por qué ganaron los aliados, recién editado por el sello Tusquets, elude presentarse como una historia general de la Segunda Guerra Mundial para concentrarse en aspectos menos divulgados, como la descomunal participación soviética que registró unos 20 millones de muertos- frente a un Estados Unidos que no sufrió ningún ataque en su territorio, o las 70.000 bajas civiles inglesas.

La obra, que se acaba de reeditar pero fue publicada originalmente en 1995, ofrece un formato ágil que no excluye la acumulación de datos y apostillas interesantes, como el registro de la hostilidad hacia la guerra por parte del pueblo norteamericano.

En 1937, el Congreso aprobó leyes exhaustivas sobre neutralidad cuyos objetivos eran evitar que Estados Unidos interviniese en guerras ajenas y limitar el comercio y la producción de armas. Muchos estadounidenses lamentaban la intervención del 1917 y estaban decididos a no cometer el mismo error dos veces, sostiene Overy.

A pesar de todo, el margen entre la victoria y la derrota fue a menudo tan escaso que las teorías generales parecen fuera de lugar. Las batallas no se deciden de antemano. Si fuera así , nadie se tomaría la molestia de librarlas. La decisiva batalla de Midway se ganó porque de los centenares de bombas que arrojaron los estadounidenses, diez dieron en el blanco, apunta en la obra.

En el prólogo del libro, Overy indica que cuando sus allegados se enteraron el título del libro la réplica habitual fue ¿Ganaron?, a lo que el prestigioso historiador responde: Hay muchas formas de ganar. El paso del tiempo ha permitido argüir que ninguno de los tres aliados principales Gran Bretaña, Estados Unidos y la ex URSS- ganó gran cosa.

Gran Bretaña perdió su imperio y su papel de líder mundial; Estados Unidos se encontró con que había cambiado un enemigo europeo por otro, un imperio del mal más peligroso e impenetrable que el de Hitler; en cuanto a la URSS, el costo de mantener su condición de superpotencia, adquirida en 1945, acabó por provocar una crisis en su propia sociedad, que la condujo al derrumbamiento en 1991, explica.

Como contrapartida, el ensayista señala que los tres países del Eje -Alemania, Italia y Japón- no han vuelto a hacer ningún intento de convertirse en grandes potencias militares, aunque los tres han conocido la prosperidad económica.

Alemania y Japón son las superpotencias del mercado mundial y sus ciudadanos son mucho más ricos que los británicos, cuyo esfuerzo bélico estuvo a punto de arruinar una economía que en 1939 era de las más ricas del mundo. En eso piensa la gente cuando pregunta ¿Ganaron?. Es indiscutible que los Aliados ganaron la contienda militar en 1945 y este libro trata de la victoria en este sentido más restringido, subraya Overy.

En su afán de concentrarse en los aspectos coneptuales, el historiador describe algunas campañas o batallas solamente cuando esto contribuye a la exposición de una tesis, pero su objetivo es el análisis de la tecnología, la política y la moral antes que la acción de las tropas.

Overy reflexiona también sobre las consecuencias a largo plazo que desató el fin de la guerra, en particular que aún reforzándose la democracia en la Europa Occidental, dio fruto a un régimen totalitario en la Europa del Este durante otros cincuenta años.

martes, 13 de septiembre de 2011

"HHhH", un sentido y original homenaje a quienes lucharon contra el nazismo

Tras el enigmático título de "HHhH", el escritor francés Laurent Binet narra una de las hazañas "más simbólicas" contra el nazismo: el asesinato en 1942 de Reinhard Heydrich, el jefe de la Gestapo, por dos jóvenes checoslovacos.

Jan Kubis y Josef Gabcik son los héroes de este premiado y original relato escrito en "homenaje", subraya Binet en una entrevista con Efe, a todos los que participaron en la Operación Antropoide, el plan británico de asesinato de Heydrich.

El atentado, perpetrado en Praga el 27 de mayo de 1942, es considerado por Binet (París, 1972) como "uno de los mayores actos de resistencia de la historia humana".

Se trata de una "historia fabulosa", que "sobrepasa en intensidad novelesca las más improbables ficciones", dice, y de la que le habló, por primera vez, su padre, un historiador, para luego germinar y crecer en su espíritu como una "obsesión" al hacer su servicio militar en Eslovaquia y vivir más tarde en Praga.

Diez años le llevó a Binet, profesor de Literatura en la Universidad de París III y crítico literario en la revista "Marianne", recopilar toda la documentación necesaria para escribir este peculiar relato sobre una historia que le "fascina".

Como le fascinan Kubis, Gabick y Heydrich, los tres personajes principales de este relato, aunque por diferentes motivos, aclara.

De los dos jóvenes paracaidistas, Binet admira su "extraordinaria audacia y su coraje", mientras que Heydrich le atrae como "personaje literario, en tanto que hombre no, en absoluto", subraya.

Traducido ya a más de veinte lenguas y publicado en español por Seix Barral, "HHhH" es el acrónimo de "el cerebro de Himmler se llama Heydrich", uno de los sobrenombres dados por los miembros de las SS, organización liderada por Heinrich Himmler, al brazo derecho de éste, Reinhard Heydrich, quien era además jefe de la Gestapo, de la Oficina Central de Seguridad y protector de Bohemia y Moravia.

Cargos que dan medida de la importancia de este jerarca, prototipo del perfecto nazi, al que también se le conocía con los alías de "el hombre más peligroso del III Reich", "la bestia rubia", "el verdugo" o "el carnicero de Praga"; sin olvidar el que le dio Adolf Hitler en persona: "el hombre con el corazón de hierro".

Y no era para menos, ya que su "extraordinaria eficacia", su talento para urdir montajes y organizar el exterminio de judíos, hicieron de él un elemento "indispensable" del aparato nazi.

"La muerte de Heydrich no impidió el exterminio de los judíos, pero la increíble eficacia de la que dará muestras a lo largo de su carrera hace pensar que Hitler e Himmler se las habrían apañado muy mal sin él" para planificar y diseñar la Solución Final, dice Binet.

Para los judíos, insiste, "no cambio gran cosa", pero, por contra, "que en 1942, cuando el III Reich estaba en plena cúspide de su poder, fuese asesinado un personaje de la importancia de Heydrich sí fue un formidable símbolo y un mensaje para la Resistencia de Europa, y para los nazis que estaban en una dinámica de invasión".

Indirectamente, subraya, la muerte de Heydrich fue "muy rentable", pues las "terrible represalias" a su asesinato, en concreto la masacre de la población del pequeño pueblo de Lidice, abrió los ojos al mundo ante la barbarie nazi y, de esa forma, Hitler "perdió la guerra de la propaganda" a nivel internacional.

"Lidice simbolizó la barbaridad del nazismo, al igual que Gernika simbolizó la barbarie del franquismo y del fascismo", remarca.

Pero además de una reconstrucción histórica "HHhH", galardonada con el Premio Goncourt a la Primera Novela 2010, es una reflexión sobre cómo se debe escribir sobre hechos reales.

El autor hace participe al lector de la lucha entre su propósito de permanecer fiel a la realidad y la tentación de novelar.

"He integrado el 'cómo se hizo' a la película de los hechos, como se hace en algunos DVDs", pese a que era consciente de que "había un riesgo de que rompiese el hilo de la narración".

"HHhH" es también el relato de la desesperada búsqueda de una forma precisa de contar la Historia, "sin traicionarla".

"Hay que impregnarse de una época para comprender su espíritu, y luego el hilo del conocimiento se desenrolla solo, una vez que se empieza a tirar de él", comenta Binet, quien pasó horas y horas leyendo libros y visionado grabaciones y fotos de le época para tratar de captar el "ambiente" y "las almas" de los personajes.

Su estilo, trepidante -la novela se compone de 257 capítulos, por lo general cortos-, mezcla de géneros, bebe bastante del séptimo arte, "en tanto que hijo del siglo XX", dice.

Ahora trabaja en una novela policiaca ambientada en la pasada década de los 80, que comenzará en Francia y continuará por todo el mundo, como una "road-movie". Influido, otra vez, por el cine.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Colección Aviones de Combate a reacción


Como bien sabéis en 2GM Blog sentimos una predilección especial por la aviación, hasta el punto de contar con un experto colaborador en la materia como es Jesús Reina y tener una sección específica dedicado a ello.

Es por ello que cunado me han ofrecido la posibilidad de anunciar me diante un post el nuevo coleccionable de "Aviones de combate " de Planeta de Agostini me ha parecido bastante oportuno publicarlo en esta entrada.

La colección parece muy interesante, echadle al menos un ojo.



COLECCIÓN AVIONES DE COMBATE A REACCIÓN

Desde su aparición a finales de la Segunda Guerra Mundial, los aviones de
combate a reacción han revolucionado la aeronáutica y han superado todos
los límites en materia de velocidad, potencia, radio de acción y capacidad de
ataque. Se encuentran entre las máquinas más sorprendentes jamás creadas
y son actualmente las armas más eficaces de la historia de la técnica militar.
Son, hoy por hoy, el máximo exponente de la tecnología más avanzada en
cuanto a diseño, electrónica, navegación o propulsión. Y cuentan con las más
avanzadas y poderosas armas jamás creadas.


Ahora Planeta DeAgostini nos ofrece la posibilidad de coleccionar los modelos
en miniatura de los aparatos a reacción más extraordinarios desde la Segunda
Guerra Mundial hasta el siglo XXI.

La colección se compone de los más sorprendentes aviones de combate
a reacción a escala 1/72. Han sido elegidos para ella los aviones de caza
y combate más representativos de nuestra época, con todos los detalles
y accesorios que permiten identificar los modelos como auténticas y
extraordinarias piezas de colección. Entre las miniaturas están el F-4 Phantom,
el Mirage III, el Mig-29, el Harrier, F-14 Tomcat, el Super Étendard, el Tornado,
el Star_ghter o el Typhoon entre otros.


Pero además cada entrega irá acompañada de un fascículo que te permitirá
descubrir todos los secretos de los aviones de combate a reacción. Gracias a
esta magnífica obra editorial podrás conocer la evolución de la aviación militar
contemporánea y de todas sus técnicas y estrategias.

No dejes pasar la oportunidad y subscríbete ahora. La primera entrega solo te
costará 2,99 €.

¡No deje pasar la oportunidad de coleccionar estos extraodinarios aviones a
reacción realizados a escala 1/72!

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