martes, 1 de julio de 2008

Rescatados de una fosa común cerca de 200 caídos soviéticos y alemanes

Los restos de cerca de 200 soldados soviéticos y alemanes caídos durante la II Guerra Mundial fueron recuperados de una fosa común en la región norcaucásica rusa de Osetia del Norte, informó hoy la expedición de búsqueda Jaron. El pasado 10 de junio, durante las obras de ampliación de las vías férreas en la ciudad de Ardón, fueron hallados los restos de ocho personas, así como cascos y botones de uniformes de soldados del ejército de Hitler. Al parecer, los obreros desenterraron los cuerpos procedentes de un entierro sanitario, es decir, una fosa común en la que se sepultaba a los muertos para evitar epidemias entre la población.

"Los cinturones y zapatos de soldados soviéticos hallados en estos últimos días confirman nuestra idea de que se trata de un entierro conjunto de militares alemanes y soviéticos", indicó Alan Tatárov, quien encabeza la expedición de búsqueda. Agregó que los rastreadores sacarán a la superficie no menos de 400 cuerpos, lo que les llevará al menos otras dos semanas en condiciones óptimas.

Según Tatárov, el lugar escogido para el entierro de los soldados es una antigua zanja antitanque, de 17 metros de longitud, 6 de ancho y 7 de profundidad. "Durante la guerra, estas zanjas eran utilizadas frecuentemente como fosas comunes", subrayó, citado por la agencia oficial RIA-Nóvsti. Explicó que Osetia del Norte fue escenario en 1942 de encarnizadas batallas por el dominio del Cáucaso y subrayó que no se trata, ni mucho menos, de la única fosa común de un entierro masivo.

Las expediciones de búsqueda cuentan también con datos de un millar de soldados enterrados en el "valle de la muerte" en la ciudad de Mozdok y la aldea de Eljótovo. Está previsto que los restos hallados en Adrán sean sepultados en Krasnodar, donde este año se planea abrir un cementerio conmemortivo del Cáucaso Norte, donde se erigirá conjuntamente con Alemania una cruz con mensajes dirigidos a las futuras generaciones.

Sólo la expedición "Jaron" ha enterrado a más de 500 soldados en ese cementerio, donde reposan más de 5.000 militares de ambos bandos. En los últimos veinte años, la labor de estas expediciones, cuya misión principal es hallar los restos de soldados caídos durante la Gran Guerra Patria, como denominan los rusos la II Guerra Mundial, han permitido dar sepultura a 87.874 militares soviéticos.

Asimismo esas labores permitieron identificar a 16.000 soldados muertos y encontrar a familiares de mil de ellos. En la Gran Guerra Patria (1941-1945), que marca su inicio con la invasión de la Unión Soviética por las tropas de la Alemania nazi, murieron cerca de 27 millones de personas. Según las cifras oficiales, el Ejército Rojo sufrió 8.860.400 bajas entre el 22 junio de 1941 y el 9 de mayo de 1945.

Vía
El País

3 comentarios :

  1. Este tipo de expediciones que tienen como finalidad identificar a los soldados para darles sepultura, me parece una iniciativa positiva a diferencia de la macabra noticia que leí hace tiempo que decía que en Nueva Guinea se vendían restos de soldados de EE.UU, Australia y Japón caídos durante la IIGM. Increible no? aborígenes y turistas profanando a los caídos.

    Saludos! ;)

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  2. Increible no, ya me lo creo todo... es repugnante. Nunca había oido nada así.

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  3. Ya ves… un esqueleto humano por unos 20.000 dólares y para los que quieran algo mas asequible pues una bolsita de plástico llena de huesos por entre 2 y 24 dólares. Y aunque suene irónico no lo es. Es una información del periódico Post-Courier donde se publicó que en Sanananda y las zonas de alrededor tuvieron lugar duras batallas con muchos muertos japoneses y soldados de EE.UU. y Australia entre noviembre de 1942 y enero de 1943.

    Y como en la noticia que nos presentas, cero 91, las autoridades en este caso también entierran en cementerios los restos que van recuperando pero aún quedan por ahí restos de miles de soldados y son precisamente éstos, los que después de 60 años, rescatan los aborígenes para negociar con los turistas que llegan a la zona.

    La verdad es que no se si son mas culpables los aborígenes por venderlos o los turistas que los demandan. En cualquier caso sorprende que sean precisamente turistas de EE.UU, Australia y Japón quienes compran los restos porque según ellos es una manera de rendir tributo a sus gloriosos antepasados. Y claro, como es una práctica ilegal, para cruzar la frontera deben quemar los huesos.

    No se… a mi no me convence mucho esa manera de homenajear a los soldados. Creo que aunque los restos no fuesen nunca recuperados y enterrados en cementerios, estos soldados lo preferirían… antes de acabar siendo algo así como un souvenir, no?

    Saludos!;)

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